Sustituir el avión del rey costará al Estado hasta 150 millones de euros
Entre 100 y 150 millones de euros podría costar a las arcas públicas reemplazar el Airbus A310, el más grande de los aviones oficiales que tiene España para los desplazamientos del rey y del presidente del Gobierno, informaron fuentes del sector de la aviación a este diario. Según manifestó esta semana el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ya es hora de cambiar estos aparatos para que el jefe del Estado y quien ocupe la presidencia del Ejecutivo puedan «viajar igual que sus colegas europeos».
Actualmente, están disponibles siete aviones del 45 Grupo del Ejército del Aire, diseñados para trasladar al rey, al presidente del Gobierno y a otras altas autoridades del Estado. En concreto, se trata de dos Airbus 310 y cinco Falcon 900, aeronaves que han ido siendo adquiridas en las últimas décadas, las últimas en 2003.
En aquel momento, durante el mandato de José María Aznar, se adquirieron dos Aribus A310 en sustitución de los vetustos Boeing B-707 para los viajes oficiales de la Casa Real y del presidente a la aerolínea francesa Air France. Hoy en día tienen casi 40 años de antigüedad, dado que en el momento de su compra contaban con 20 años, por lo que se les remodeló acondicionándolos al transporte VIP. De esa forma, se instalaron sistemas de comunicaciones encriptadas, se reforzaron los mecanismos de autoprotección y se crearon áreas de descanso y trabajo.
Con una capacidad para 220 pasajeros, esta aeronave de fuselaje ancho -incluye hasta dormitorios, un despacho y cabinas con duchas- y bimotora posee una autonomía de 9.600 kilómetros, unas 12 horas de vuelo, por lo que este modelo ha sido empleado de forma intensiva en las rutas trasatlánticas. Su primer vuelo se realizó en 1982 y su producción cesó oficialmente en julio de 2007. Por ello, un avión actual de esas características pero con equipamiento renovado costaría seguramente más de 100 millones, de acuerdo con las fuentes consultadas. Una portavoz de Airbus España declinó hacer comentarios al respecto.
Durante esos años, los aviones sufrieron averías menores, aunque crearon vicisitudes en la agenda de los viajes oficiales, como por ejemplo cuando en abril de 2014 el Airbus A310 que trasladaba al rey Juan Carlos I -menos de dos meses antes de anunciar su abdicación en favor de su hijo Felipe VI – tuvo que estar una hora detenido en el aeropuerto de Kuwait por un fallo en la transmisión que abre y cierra la válvula de entrada de combustible en el motor izquierdo, lo que retrasó su regreso a España. Ese mismo año, en enero, el entonces heredero a la Corona, don Felipe, viajó a Honduras para asistir a la toma de posesión del entonces presidente del país Juan Orlando Hernández. El Airbus 310, que había hecho escala en República Dominicana, sufrió una avería al despegar, lo que obligó a una espera de varias horas hasta continuar su vuelo a Honduras. El otro Airbus 310 de las Fuerzas Aéreas se desplazó desde Madrid para recogerlo.
Estos incidentes en su momento ya abrieron el debate sobre si era necesaria la renovación de ese modelo, pese a que eran aparatos a los que aún les quedaba vida útil. Ahora las declaraciones de Garamendi en un encuentro empresarial con el presidente de Airbus España, Alberto Gutiérrez, avivan esa polémica. «A mí que me toca viajar en él, casi hay que dar pedales», llegó a decir el presidente de la CEOE. «Es un tema no solo de imagen, también de seguridad», opinó.