Los supermercados mienten para cobrarte más por el aceite de oliva: todo lo que no sabes

El aceite de oliva, ese preciado «oro líquido» que es pilar fundamental de la dieta mediterránea, se ha convertido en un bien cada vez más inaccesible para muchas familias. En un contexto marcado por la inestabilidad climática y una compleja situación económica global, los precios de este producto básico han alcanzado cotas inesperadas.

Según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, durante los últimos dos años, el coste del aceite de oliva ha experimentado un incremento del 177,8%, y tan solo en el último periodo, el aumento ha sido del 74,5%, Este fenómeno ha tenido un impacto directo en el carro de la compra de los consumidores, quienes han visto cómo, desde noviembre, los precios de las marcas blancas de aceite de oliva en los supermercados han sufrido una inflación notable y sospechosamente sincronizada si tenemos en cuenta que algunos de los principales supermercados cuentan con un precio para su aceite de oliva qué es prácticamente el mismo. ¿Mienten los supermercados para cobrar más por el aceite de oliva?.

Los supermercados y el aceite de oliva: todo lo que no sabes

La situación en torno al aumento de precio del aceite de oliva se agrava al considerar lo que ha sido revelado a partir de un estudio reciente que ha realizado el portal FITstore.es. Dicho estudio apunta a una posible concertación de precios entre los principales supermercados. Alcampo, Aldi, Carrefour, Dia, Eroski, Hipercor, Lidl y Mercadona, ya que todos ellos parecen haber establecido un precio uniforme para el litro de aceite de oliva de marca blanca, situándolo en 9,90€, con mínimas variaciones entre ellos.

Este patrón se repite en diferentes formatos de envase, lo que sugiere una estrategia coordinada para maximizar los beneficios a costa del consumidor. La ley española y las normativas de la Unión Europea prohíben expresamente este tipo de prácticas, que restringen la competencia y perjudican los derechos de los consumidores, impidiendo el acceso a productos básicos a precios justos.

El panorama de los precios y la especulación

El estudio de FITstore.es ha encendido las alarmas sobre una posible práctica ilegal de fijación de precios por parte de los grandes supermercados. La coincidencia en los costes de las marcas blancas de aceite de oliva no solo sugiere un acuerdo tácito entre los operadores, sino que también revela una estrategia para incrementar los márgenes de beneficio en un momento de alta demanda y oferta limitada.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de España, así como la legislación europea, son claras al prohibir cualquier acuerdo que fije precios y restrinja la competencia. A pesar de las denuncias previas por parte de organizaciones como Facua, los precios han seguido en ascenso, alcanzando un promedio de 8,37 euros por litro de aceite de oliva en la actualidad, lo que pone en evidencia la urgencia de una investigación y que se apliquen, en caso de ser necesarias, medidas correctivas.

La disparidad entre marcas blancas y primeras marcas

Por otro lado, y aunque las marcas blancas parecen haber encontrado un punto de equilibrio estableciendo prácticamente todas el mismo precio para el aceite de oliva, en el caso de las primeras marcas de aceite de oliva virgen extra se muestra una realidad distinta. De hecho se pueden encontrar variaciones de hasta el 47% en el precio por litro entre diferentes distribuidores.

Esta diferencia abismal no solo refleja la diversidad en la calidad y el posicionamiento de marca, sino que también subraya la ausencia de una fijación de precios en este segmento del mercado. Sin embargo, la situación no es menos preocupante, ya que el constante incremento de precios afecta igualmente a los consumidores, quienes deben lidiar con un mercado volátil y en ocasiones incomprensible.

Factores detrás del aumento de precios

Las causas de la crisis actual del aceite de oliva son múltiples y complejas. Las condiciones climáticas adversas han mermado las cosechas, mientras que la inflación, exacerbada por la crisis energética y el conflicto en Ucrania, ha contribuido a un desequilibrio entre la oferta y la demanda. A esto se suma la especulación, un factor que distorsiona los precios y genera situaciones paradójicas, como que el aceite de oliva sea más caro en España, país productor, que en naciones importadoras como Portugal. Esta realidad ha llevado a los consumidores españoles a buscar alternativas más económicas, evidenciando las distorsiones del mercado local.

La búsqueda de soluciones y alternativas

Ante el incremento insostenible de los precios, los consumidores buscan desesperadamente alternativas que les permitan acceder a este producto esencial. Las medidas gubernamentales, como la reducción del IVA, no han tenido el impacto esperado, lo que sugiere la necesidad de estrategias más efectivas para combatir la especulación y garantizar precios justos. La situación actual demanda una respuesta contundente por parte de las autoridades para proteger los derechos de los consumidores y asegurar la transparencia y la equidad en el mercado del aceite de oliva.