Hipotecas

Soy experto en vivienda y esto es lo que te recomiendo hacer con tu hipoteca: «Depende de…»

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Blanca Espada

Tener una hipoteca en España es algo por lo que apuesta la mayoría de personas que buscan una vivienda. Antes de alquilar, son muchos los que prefieren firmar el pago de una hipoteca para al final tener su vivienda en propiedad. Y una vez se firma se sabe que van a pasar años, generalmente décadas, pagando su cuota. Por ello, cuando se tiene algo más de dinero suele aparecer la misma duda ¿me conviene adelantar dinero y quitarme la hipoteca de encima antes de tiempo o mejor guardarlo o usarlo para otras cosas?

La respuesta no es tan simple como parece. Para algunos, amortizar es lo mejor ya que implica menos deuda, menos intereses y la sensación de estar más libres. Para otros, sin embargo, puede ser un error financiero, sobre todo si ese dinero podría rendir más en otro sitio. Ahí empieza el debate, donde no sólo cuentan los números, también las prioridades y la manera de entender el dinero. Jordi Clotet, personal shopper inmobiliario, lo resume con una frase que repite a menudo: «depende de la hipoteca y depende de tus circunstancias».. Y tiene sentido. No todas las familias tienen las mismas circunstancias, ni todas las hipotecas pesan lo mismo. Por eso, antes de lanzarse a amortizar, merece la pena parar y pensar qué buscamos de verdad: ¿tranquilidad inmediata o rentabilidad a largo plazo?

Lo que debes hacer con la hipoteca según un experto

Adelantar parte del capital pendiente en una hipoteca suele darnos cierta paz y sensación de estar más ligeros económicamente hablando. Significa deber menos dinero al banco y, en muchos casos, pagar menos intereses a lo largo de la vida del préstamo. Amortizar puede traducirse en una cuota más baja cada mes o en acortar el plazo total de la hipoteca. En ambos casos, el coste final se reduce.

Además, en un país donde culturalmente se ha visto la deuda como algo negativo, amortizar también responde a una cuestión de mentalidad. «Estamos educados para pensar que lo correcto es pagar al contado, sin pedir créditos», recuerda Clotet. Esa idea, muy extendida en generaciones anteriores, explica que muchas personas sigan apostando por adelantar pagos en cuanto tienen un dinero extra.

Invertir en lugar de adelantar pagos

Sin embargo, amortizar no siempre es la jugada más inteligente. En hipotecas con intereses muy bajos, tener liquidez puede abrir la puerta a otras oportunidades más rentables. Jordi Clotet pone ejemplos concretos: en lugar de reducir deuda, ese dinero podría destinarse a comprar una plaza de garaje para alquilar o a una inversión que genere ingresos extra.

La lógica es sencilla: si el crédito hipotecario es barato, conviene preguntarse si existe una forma de sacar más rendimiento al dinero que se tiene disponible. En ese caso, amortizar sería perder la oportunidad de hacer crecer el patrimonio. Claro que, para tomar una decisión así, es imprescindible tener bien claros los números y, sobre todo, los objetivos financieros a medio y largo plazo.

La importancia de conocerse a uno mismo

En esta disyuntiva, no sólo entran en juego los cálculos financieros. También pesan las emociones, el carácter de cada persona y su tolerancia al riesgo. Hay quienes duermen más tranquilos sabiendo que deben menos al banco, aunque la hipoteca sea barata. Y hay quienes prefieren mantener la deuda y usar su dinero en proyectos que les motiven o que les puedan dar un retorno mayor.

Como explica Clotet con una frase de lo más acertada, «el vestido siempre debe ser a medida». No todos tienen la misma mentalidad frente al crédito. Incluso él mismo se pone de ejemplo con su propia familia. Sus hermanos jamás pedirían un préstamo, pero este experto lo ve como una herramienta más, siempre que los números salgan a favor. Entender cuál es la propia manera de gestionar la deuda es tan importante como calcular intereses.

Al final, depende de las circunstancias de cada uno

Entonces, ¿qué hacer con la hipoteca si se tiene dinero para amortizar? La respuesta vuelve a ser la misma: depende. Depende del tipo de interés, de cuánto falta por pagar, de la estabilidad de los ingresos, de la tranquilidad que se busca y de la visión de futuro que cada uno tenga. No existe una receta universal, pero sí un consejo claro: analizar bien la situación antes de decidir. El experto lo dice alto y claro: «Hay que hacer un análisis de la hipoteca que quieres y de la que tienes, y de tus circunstancias y objetivos,. Y ahí, tomas la decisión».

Para algunos, reducir deuda será el camino más sensato y les dará la seguridad que buscan. Para otros, invertir ese dinero en algo que genere rentabilidad será la estrategia adecuada. En cualquier caso, lo importante es que la decisión no se tome por inercia cultural ni por miedo, sino tras poner sobre la mesa tanto los números como los objetivos personales.

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