Mercado inmobiliario

Socimis: un mercado en expansión que despierta cada vez más el apetito de los inversores

Socimis: un mercado en expansión que despierta cada vez más el apetito de los inversores

Las socimis son un auténtico mercado en ebullición y el MAB (Mercado Alternativo Bursátil) su escenario de expansión. Los inversores se fijan cada vez más en este tipo de vehículos -con un régimen fiscal ventajoso- atraídos por su reducido riesgo y la rentabilidad por dividendo. A ello hay que sumarle un contexto de tipos de interés bajos, un hecho que Antonio Castelo, de Ibroker define como «auténtica invitación para el inversor no solo institucional, sino también para el minorista».

Las socimis son sociedades anónimas cotizadas de inversión en el sector inmobiliario. Su actividad principal es el alquiler y están reguladas por ley desde 2009. Sin embargo, hasta 2013 no saltaron al parqué, y hasta 2016 no se consolidaran como opción de inversión con 15 salidas a bolsa. A partir de ahí, el crecimiento ha sido exponencial hasta llegar a las casi 90 socimis que hoy cotizan en el mercado.

Según datos de Bolsas y Mercados Españoles, las socimis negociadas en el mercado español a finales de junio tenían un valor de mercado cercano a los 22.300 millones de euros. Además, ya suponen un 81% del sector inmobiliario representado en la Bolsa española y el 3,6% de la capitalización de todas las empresas cotizadas.»Analistas extranjeros creen que sigue habiendo más ventajas en el ciclo inmobiliario español en comparación con la media europea», dice Antonio Castello.

Merlin Properties, Inmobiliaria Colonial, Lar España, Hispania o Árima Real Estate son los nombres más reconocidos del Ibex 35 y del Mercado Continuo, pero el grueso numérico se mueve en el MAB (Mercado Alternativo Bursátil) con 79 cotizadas en la actualidad. El fondo estadounidense Blackstone tiene una importante presencia a través de Testa, Albirana, Torbel, Euripo, Corona o Fidere. Entre todas suman una cartera de 30.000 viviendas.

La regulación 

En España las socimis están reguladas por ley desde 2009 y su posterior reforma de 2012. Disponen de mayor flexibilidad para su constitución, se enfrenan a menos barreras regulatorias y tienen un régimen fiscal más beneficioso: tributan al 19% del Impuesto de Sociedades en vez del tipo general, tienen una bonificación del 95% en el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados y en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (si hay ganancias patrimoniales por la venta de inmuebles), entre otros beneficios. Además, la ley les obliga a cotizar en el MAB al menos dos años después de constituirse como socimi para mantener sus beneficios fiscales.

Entre sus obligaciones figura el reparto anual del 80% del dividendo que obtiene por las rentas, el 100% del beneficio que proceda de dividendos de empresas participadas y el 50% del beneficio que obtenga por transmisiones e inmuebles. Características que, según los analistas, convierten a este tipo de vehículos en una opción para entrar en el mercado del ladrillo con más liquidez y garantías que la tradicional compra de inmuebles.

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