Santander se olvida del Popular y dice al Banco de España que sólo le interesa el Sabadell

Santander
Ana Patricia Botín. (Foto: EFE)

El Banco Santander no va a entrar en la pelea por el Banco Popular, entidad que está en todas las quinielas para ser absorbida en el proceso de fusiones que se avecina en España y que se ha retrasado por el bloqueo institucional del pasado año. Según han confirmado a OKDIARIO fuentes financieras, el banco que preside Ana Patricia Botín descarta fusionarse con la entidad que dirige Ángel Ron, a pesar de que a finales de 2015 era una de las opciones que barajaba la entidad.

Las fuentes consultadas indican que el Santander ya ha trasladado tanto al Banco de España como al Ministerio de Economía que se baja del tren por adquirir el Popular y que sólo estudiaría una operación de fusión con la entidad que preside Josep Oliú. El Sabadell tiene una gran implantación en Cataluña que serviría para completar la oferta comercial del Santander y, además, el banco catalán tiene un importante negocio de banca corporativa.

La absorción por parte del Santander fue uno de los factores que alimentó el culebrón de la salida de Ángel Ron de la presidencia del Popular. La operación tenía el respaldo del grupo de consejeros liderado por Francisco Aparicio, enfrentado con el mexicano Antonio del Valle, que quería a toda costa un cambio en la primera línea de gestión. Las fuentes financieras consultadas aseguran que Aparicio llegó a amenazar a Del Valle en estos términos: “antes de que te cargues a Ron le vendo el banco al Santander y no te han enterado”.

En cuanto a la posición de Sabadell, su presidente ha indicado en varias ocasiones que si participa en el baile de fusiones será para ser un banco comprador, descartando ser absorbido por otra entidad. De hecho, la entidad que dirige Oliú es, junto con BBVA, una de las mejores posicionadas para lanzar una eventual Oferta Pública de Adquisición de acciones (OPA) una vez que el Popular culmine el saneamiento de su balance. A la puja podría sumarse también un banco extranjero: el galo BNP Paribás, tal como avanzó en exclusiva OKDIARIO.

Por si todo esto fuera poco, el que se convertirá en nuevo presidente del Popular tras la próxima junta general de accionistas, Emilio Saracho, no tiene ninguna intención de negociar una fusión y “va a intentar sacar el proyecto adelante sin necesidad de compañeros de viaje”, ya que “es un reto que le hace mucha ilusión y para el que está sobradamente preparado”.

Para ello Saracho deberá lograr la confianza de los mercados en la potencia de su negocio minorista y captar el capital suficiente que le permita superar la crisis en la que está inmerso por su elevada exposición a los activos ligados al sector inmobiliario. Ése es el objetivo del presidente del nuevo banco, Emilio Saracho. Los próximos meses serán claves para determinar el futuro del banco y la nueva normativa de resolución de entidades financieras impulsada por Europa será uno de los mayores obstáculos a los que deberá enfrentarse el nuevo presidente.

El equipo directivo confía en recuperar el terreno gracias a la aplicación del plan estratégico diseñado por Ron (el proyecto Sunrise) que culminará en 2018 y que se pude resumir en tres grandes conceptos: ajuste de costes, venta de activos y potenciación del negocio bancario para aumentar la rentabilidad.

Precisamente este martes las acciones del Popular se han revalorizado un 6,6% debido a las recomendaciones de varias casas de análisis y gestoras de fondos, que apuestan por un aumento de la cotización de los títulos.

Los accionistas ganarán si se produce una OPA porque la entidad que la presente deberá pagar una prima de emisión; y si no hay fusión será porque el banco será capaz de superar sus problemas, lo que también provocará una subida en Bolsa. Sin embargo hay una tercera opción que sí perjudicaría a los accionistas: que el Popular se vea obligado a aprobar una nueva ampliación de capital.

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