Sánchez rompe la tendencia a la baja y eleva el número de funcionarios en 2019 por primera vez en una década

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha roto la tendencia a la baja en la evolución del número de funcionarios de la Administración central -sin contar comunidades autónomas y ayuntamientos- que duraba ya prácticamente una década, desde 2010. Según la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, en 2019 había 310.052 funcionarios trabajando en los diferentes ministerios y entidades adscritas al Estado, según los datos conocidos este viernes. La cifra es superior al cierre del año anterior por primera vez desde 2010, último año completo de gobierno del también socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

A mediados de ese ejercicio de 2010, en mayo, el entonces presidente Rodríguez Zapatero aprobó el mayor recorte en gasto social de la democracia, obligado por Bruselas ante el descuadre de las cuentas públicas españolas. Zapatero redujo un 5% los sueldos de los funcionarios -y los congeló en 2011-, que a final de año descendieron en número hasta los 352.418. La reducción fue mínima: a cierre de 2009 había 352.768, 260 menos.

Ese año fue el último completo de Rodríguez Zapatero, que alcanzó el poder en marzo de 2004. Al año siguiente la crisis acabó obligándole a adelantar las elecciones al 20 de noviembre de 2011, que ganó Mariano Rajoy, líder en ese momento del PP. En el conjunto del año 2011 el número de funcionarios bajó de forma importante, más de 5.000, hasta cerrar en diciembre con 346.935. El déficit galopante de la economía española y la presión de Bruselas obligó a Rodríguez Zapatero a reducir el gasto público.

Con Rajoy ya en el Gobierno, a principios de 2012, el agujero en las cuentas públicas -España gastaba en ese momento 100.000 millones de euros más de lo que ingresaba- obligó a reducir más la nómina pública y el entonces presidente apostó por una reducción de funcionarios al prohibir la tasa de reposición -contratar nuevos empleados para sustituir a los jubilados- y reducir los organismos públicos.

La consecuencia fue una paulatina y constante reducción del número de trabajadores públicos. Ya ese año, 2012, cerró con 338.292 funcionarios, 8.000 menos que un año antes. Desde ese ejercicio, la reducción ha sido continuada hasta que el PP salió del Gobierno. En 2017, último año completo de Rajoy en el poder, había en la Administración central 308.773 funcionarios, casi 40.000 menos que cuando llegó a Moncloa a principios de 2012.

Llega Pedro Sánchez

Todo cambia cuando llega, de nuevo, un presidente socialista a Moncloa. Rodríguez Zapatero llegó con 310.166 funcionarios a finales de 2003 y abandonó Moncloa con 346.955 empleados públicos en diciembre de 2011. Rajoy los redujo. Y Sánchez los ha vuelto a aumentar ya desde el primer momento.

La estadística que publica la IGAE es semestral, en junio y en diciembre. A fecha de junio de 2018 -Sánchez juró el cargo a principios de junio tras ganar la moción de censura con el PNV-, el número de trabajadores públicos totales ya subió en el segundo semestre del año 2018.

En 2019 ha continuado con esa línea ascendente en el conjunto del año por primera vez desde 2010. La cifra de funcionarios ha pasado de 308.410 en 2018 a 310.052 en 2019. Casi 2.000 funcionarios más en un año. De nuevo, el personal público y la nómina de la Administración central aumenta, justo además a las puertas de la crisis del coronavirus.

Además, Sánchez tiene que llevar a cabo la subida salarial de los funcionarios aprobada por el PP en los Presupuestos de 2018, que intentaba paliar los efectos de la congelación del sueldo durante los peores años de la crisis de deuda iniciada en 2008.

La consecuencia de todo -además de por otras medidas de gasto- es que el déficit público subió en 2019 por primera vez en años, al cerrar en el 2,8%. Primer año de Gobierno de Sánchez, y primera vez que sube el déficit desde 2012, con el agravante de que el presidente socialista ha gobernado con el viento de cara, con el PIB subiendo por encima del 2% y los ingresos tributarios en cifras récord.

Público

Se da a circunstancia además de que, a consecuencia de la crisis del coronavorirus y sus efectos en el mercado laboral, se ha disparado el número de personas que dependen de un sueldo público. Al aumentar el paro, y sumando los incluidos en los ERTE y los pensionistas, hay más de 20 millones de españoles dependiendo de un sueldo público.

A ello se unirá ahora también los beneficiarios del ingreso mínimo vital, aprobado por el Ejecutivo este viernes en Consejo de Ministros. Según el titular de Inclusión, José Luis Escrivá, alrededor de otros dos millones de personas tendrán derecho a recibir esta ayuda, que oscilará entre los 462 y los 1.015 euros. El Gobierno ha aprobado esta ayuda justo el día en que se ha conocido que el déficit hasta abril se ha disparado hasta el 2,08% del PIB.