Sánchez dispara en su primer año completo en Moncloa más de un 25% el gasto burocrático del Estado
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el año pasado -su primer año completo en Moncloa- disparó el gasto burocrático de los ministerios, el conocido como gasto corriente. También elevó significativamente el dinero destinado a pagar la nómina de los funcionarios y los empleados públicos en el Estado, a pesar de que los servicios públicos básicos como la sanidad y la educación están en manos de las comunidades autónomas.
El punto de partida de las arcas públicas para afrontar la crisis del coronavirus -y con un vicepresidente Pablo Iglesias que insiste en mejorar más el gasto público- no es el mejor. En total los pagos no financieros -los gastos estatales- crecieron un 1,9% en 2019 en comparación con el año anterior, en el que Pedro Sánchez sólo gobernó el último semestre.
El mayor descontrol en las cuentas se observa en los gastos de funcionamiento de los ministerios. Los gastos corrientes en bienes y servicios han pasado de 3.387 millones en 2018 a 4.291 millones en 2019, lo que ha supuesto un incremento del 26,7%. Incluso descontando los gastos electorales del ejercicio, que finalmente ascendieron a 448 millones, el avance sería también disparatado, del 13,5%.
Por otro lado, los pagos al personal alcanzaron los 17.247 millones de euros sólo en el Estado, lo que representa un crecimiento exponencial del 4,8%.
Pedro Sánchez también disparó en 2019 las transferencias corrientes, hasta los 92.392 millones, un 2,8% más que en 2018. Son muy llamativas concretamente las entregas a la Seguridad Social, que se disparan un 6,8%, principalmente por la destinada a apoyar su equilibrio presupuestario, que se ha incrementado un 45,0%, hasta alcanzar los 1.934 millones. Es decir, que el dinero del Estado está destinándose a sostener las pensiones porque las cotizaciones de los trabajadores y de las empresas no están siendo suficientes.
Hundimiento de la inversión
Mientras tanto, el Gobierno recortó las inversiones reales un 6,8%, a pesar de que los economistas avisan de que es uno de los motores que ayudan al crecimiento. Tan sólo se han destinado 5.740 millones de euros.
Las inversiones gestionadas por el Ministerio de Defensa, un departamento que ahora está muy implicado en la crisis del coronavirus, se desplomaron un 7,4%, principalmente por los programas especiales de modernización, que han pasado de 2.350 millones en 2018 a 2.079 millones en 2019.