Rufián, usted sí es más rico
Para estar diplomado en Relaciones Laborales y haber cursado un máster en Dirección de Recursos Humanos, el señor Rufián se encuentra pero que muy alejado de la realidad de las personas. El político que prosperó con el sueldo público al que iba a renunciar, ahora alecciona sobre redistribución de la riqueza. “Las familias son un 8% más pobres”, se atrevió a denunciar el separatista en el debate de portavoces ofrecido por la televisión pública el pasado jueves en prime time.
Y digo que se atrevió porque el que ahora va de Bertrand de Jouvenel en la teoría o de Robin Hood en la práctica, es el mismo que durante cuatro años ha disfrutado de un salario anual de más de 85 mil euros como diputado. Un jugoso jornal con el que el portavoz de ERC en la Cámara Baja se ha pagado más de la mitad de su casa de Sabadell. Vamos, un rico venido a más que ahora se cree con autoritas para explicarnos cómo combatir la pobreza.
Por mucho que le pese a Rufián, su situación socioeconómica dista años luz del millón y medio de ciudadanos a los que se dirigió por la pequeña pantalla. A ellos sí les ha afectado la crisis sanitaria, la guerra de Ucrania y la gestión postpandemia de este Gobierno: han perdido un 4,5% de poder adquisitivo y hasta 33 puntos de ahorro privado. El portavoz de Vox en la Cámara Baja, Iván Espinosa de los Monteros, supo ponerlo en su sitio: “El comunismo es siempre clasista, como usted sabe”.
Resulta curioso que este comunista de salón se haya convertido en todo un experto sobre el reparto de capital. Pues hasta el más keynesiano coincidirá en que el discurso espantaempresas de Rufián sólo cava más profundo el agujero que este Gobierno ha dejado. Parafraseando al economista José Ramón Riera: no, todavía no hemos alcanzado el PIB de 2019.
Pues eso. Que no sólo Florentino Pérez o Iberdrola, como espetó Rufián en el debate televisado, son más ricos. También lo es Gabriel Rufián y sin haber ejercido de gran empresario.