Los cinco retos del comercio internacional para las empresas españolas

Los cinco retos del comercio internacional para las empresas españolas
(Foto:Getty)

Las empresas españolas tienen por delante este año cinco retos para conquistar el mercado internacional. Así lo aseguran los analistas del Deutsche Bank, que recuerdan que nuestro país incrementó sus exportaciones en 2017 casi un 9%, nueva cifra récord, gracias al dinamismo del comercio internacional.

A pesar de los buenos indicadores a nivel global y doméstico, en el horizonte se advierten retos que podrían comprometer esta tendencia. Los expertos en Trade Finance del Deutsche, reconocido como el mejor banco en Trade Finance por Euromoney por tercer año consecutivo, apuntan cinco temas a tener en cuenta.

Y ello a pesar de que el pasado año el comercio mundial recuperó el pulso en 2017 y creció un 3,7%, tras caer en 2016. La tendencia positiva registrada el año pasado se prolongará en el primer trimestre de 2018 y continuará haciéndolo en los meses siguientes, según las últimas previsiones de la Organización Mundial del Comercio.

Pero ¿qué cuestiones deben tenerse en cuenta en los departamentos de exportación de nuestras compañías patrias? En primer lugar, hay que tener en cuenta que este ejercicio en curso tendrá una política monetaria más restrictiva.

“Anticipamos que la Reserva Federal en EEUU continuará subiendo los tipos de interés a lo largo de 2018 y que el Banco Central Europeo acelerará la normalización de su política monetaria e iniciará la retirada progresiva de su programa de estímulos. Estos ajustes podrían provocar variaciones en los precios y los tipos de cambio, lo que a su vez alteraría la dinámica actual del comercio mundial”, explica José Antonio Morilla, responsable de Global Transaction Banking (GTB) de Deutsche España y Portugal.

El proteccionismo de EEUU

En segundo lugar, la retórica proteccionista de EEUU pasa a la acción. El primer «step» dado por los norteamericanos ha sido la imposición de un arancel especial sobre las importaciones de paneles y células solares.

Washington acaba de instaurar un arancel al acero y aluminio importado, y amenaza con retirarse del Tratado de Libre Comercio de América del Norte si no se renegocian los términos. “Aunque es muy pronto para hablar de una guerra comercial, existe este riesgo», dicen los expertos.

En tercer lugar, tenemos un incremento regulatorio y de compliance. Esto va a afectar especialmente a las pymes y los mercados en vías de desarrollo, ergo podría suponer un freno a la actividad. Los analistas consultados por OKDIARIO aseguran que es vital cumplir las normativas, pero estas cuestiones introducen complejidad y costes asociados.

Tensiones geopolíticas 

En cuarto lugar hay que encajar el comercio digital. El desarrollo tecnológico es un gran aliado del comercio exterior, pero también plantea una serie de retos para gobiernos y reguladores. “La ausencia de una regulación que se aplique a nivel mundial y que proteja y regule por igual la actividad de todas las partes involucradas podría limitar su evolución”, rematan las fuentes mencionadas.

Por último, tenemos las tensiones geopolíticas y los desastres naturales. El comercio mundial implica el intercambio de bienes y servicios entre países con distintas culturas y modelos de gobierno. Por ello, su evolución se ve afectada por las inevitables tensiones en el tablero geopolítico.

El nuevo rol de Estados Unidos en el mundo, la tensión en la península coreana, el conflicto en Siria, el ciberterrorismo o la relación entre Rusia y EEUU son algunos de los focos de tensión en el mundo. Asimismo, factores como el calentamiento global, los desastres naturales y la pérdida de la biodiversidad también son percibidos como elementos que podrían poner en riesgo la buena marcha de dicho comercio.

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