Los registradores de la propiedad anticipan un mes de mayo negro para la compraventa de viviendas

El coronavirus ha paralizado casi por completo el mercado inmobiliario español desde que se decretó el estado de alarma a mitad de marzo. Las visitas a inmuebles se cancelaron y, aunque las notarías y registros de la propiedad han permanecido abiertos por tratarse de un servicio público, atendían principalmente situaciones de emergencia. El resultado: las operaciones de compraventa de inmuebles han caído en picado. Así lo confirma el último dato avanzado por los Registradores de España, que arroja un descenso interanual en abril del 38,3%, hasta las 25.483 operaciones. Y lo que es peor: la caída podría repetirse en mayo.

“Probablemente los números serán semejantes. Los indicadores que manejamos para elaborar la estadística de mayo son parecidos a los de abril. Aunque ya hemos detectado una mayor actividad en la última semana del mes, muchas de las operaciones previas a la compraventa, como ver inmuebles o cerrar tratos, todavía no se han podido llevar a cabo”, explica el vicedecano del Colegio de Registradores, José Miguel Tabarés, a OKDIARIO.

El resultado de abril avanzado esta misma semana no tiene precedentes. Es el mayor descenso interanual de toda la serie histórica, aunque no es la mayor caída en el tiempo, que tuvo lugar en la crisis financiera. Desde el momento más álgido del boom inmobiliario de 2007 y hasta el 2013, el desplome de las operaciones de compraventa fue del 58,5%.

Los registradores de la propiedad establecen claras diferencias entre las dos crisis. Una es la forma en la que se ha producido, y la otra, la situación de partida del mercado inmobiliario. “Esta crisis ha sido muy rápida y ha provocado una paralización de la actividad de forma inmediata. La otra crisis fue progresiva, con descensos continuados. Además, en 2007 el mercado inmobiliario tenía un número de operaciones muy elevado, sin embargo ahora estábamos ante un mercado saneado y estable».

En cuanto al impacto por territorios, todas las comunidades experimentaron fuertes caídas en abril, aunque las peores paradas fueron Melilla (-73,6%), Canarias (-61%), Castilla-La Mancha (-56,4%) y Extremadura (-52,7%). Los menores retrocesos correspondieron a Cantabria (-21%), La Rioja (-21,1%) y Baleares (-27,7%).

Los datos demuestran que no existe una correlación entre la incidencia de la enfermedad y los descensos en las compraventa de viviendas. Es más, Canarias es una de las zonas donde más han bajado las operaciones, pero también es una de las comunidades más adelantadas en el proceso de desescalada y con menos contagios por coronavirus. Los registradores no encuentran explicación a este comportamiento, incluso descartan el elemento insular como un elemento determinantes ya que en Baleares no ha sucedido lo mismo.

Las hipotecas también bajan 

Las hipotecas de viviendas bajaron un 16,4% en abril, hasta las 24.353 operaciones. El descenso no ha sido tan pronunciado como el de las compraventas de viviendas, lo que se justifica principalmente por el menor margen que hay para aplazar este tipo de contratos y por la caducidad de las condiciones.

«En las compraventas existe una posibilidad mayor de aplazar la ejecución de las mismas. Sin embargo, cuando hay una concesión de un crédito hipotecario, la oferta de la entidad financiera tiene un periodo de vigencia, lo que cual es una presión para el comprador. Además, las entidades financieras tampoco han parado durante la crisis”, explican los registradores.

Los mayores descensos en las hipotecas sobre vivienda se registraron en Melilla (-66%), Navarra (-51,6%), Castilla-La Mancha (-48,4%) y Canarias (-38,6%); mientras que las menores caídas fueron las de Galicia (-5,6%) y Andalucía (-6,1%).

Los datos avanzados de abril desvelan que dos regiones registraron aumentos en las hipotecas sobre vivienda: Murcia (+22,2%) y La Rioja (+1,6%). En el caso de Murcia, los registradores explican que experimentó un descenso puntual de hipotecas en abril de 2019, y que el resultado  -probablemente- no es representativos de la tendencia real.

Precios a la baja 

El impacto del coronavirus en el mercado inmobiliario también tendrá un efecto directo en los precios. Las últimas estimaciones de la tasadora Euroval adelantadas a Efe, sitúan el abaratamiento de la vivienda en un 3 % en 2020, el 5,5 % en 2021 y el 5 % en 2022. La tasadora dice que el coronavirus «ha frenado en seco la curva alcista de los últimos cinco años y que los precios bajarán durante un trienio, hasta situar el precio del metro cuadrado a niveles de 2014-2015».

Los mayores descensos de precios se producirán en la vivienda usada, que representa en torno al 80 % del volumen total de compraventas en España, y que ya ha empezado a experimentar una caída de operaciones.

Aunque la caída será generalizada, en Madrid y Barcelona -las ciudades más caras- los precios no bajarán, sino que producirá un «estancamiento», debido a que la presión de la demanda es mayor.