El precio de la vivienda nueva y usada sube un 0,4% en septiembre y un 8,4% en un año
El precio medio de la vivienda nueva y usada registró un ascenso del 0,4% en septiembre en tasa mensual, lo que corrige parcialmente el retroceso de ocho décimas que se produjo en agosto, si bien es un 8,4% superior al de hace un año (septiembre de 2021) y se sitúa un 20,9% por debajo de los máximos de finales de 2007, según refleja la estadística Tinsa IMIE General y Grandes Mercados publicada este jueves.
Con el cierre definitivo de los datos del mes de septiembre, la variación interanual en el tercer trimestre del año se sitúa en el 8,6%, frente al 8,5% anunciado provisionalmente el pasado 30 de septiembre en la estadística trimestral Tinsa IMIE Mercados Locales. Según Tinsa, el contexto macroeconómico apunta hacia una moderación en la tendencia alcista del precio de la vivienda.
«La demanda residencial, impulsada por el ahorro acumulado y la revalorización del espacio durante el confinamiento, continúa activa en 2022, si bien el incremento continuado de los tipos de interés derivado de la política monetaria contractiva del BCE y las expectativas de desaceleración económica asociadas van dificultando el acceso a la financiación y actúan como elementos ralentizadores», ha explicado la directora del Servicio de Estudios de Tinsa, Cristina Arias.
El precio de la vivienda se ha revalorizado un 32,6% desde los mínimos registrados en 2015 y se mantiene un 20,9% por debajo de los máximos de 2007. En concreto, las áreas metropolitanas destacan en septiembre con el mayor avance en tasa mensual (+1,2% respecto a agosto), mientras que
el resto de grupos analizados registran incrementos entre el 0,3% y el 0,5% en tasa mensual.
Capitales y grandes Ciudades (+0,3% mensual) y resto de municipios (+0,4%) pierden fuerza con respecto a las variaciones registradas durante los últimos meses (excluyendo agosto, que tiene un componente estacional). En el balance anual, las áreas metropolitanas y resto de municipios son los grupos que presentan la mayor subida de precios respecto a septiembre del año pasado, con un incremento del 10% y del 8,5%, respectivamente, confirmando la revalorización del espacio que se produjo tras la etapa de confinamientos.
El grupo con una variación anual más moderada son Baleares y Canarias que, tras ser el mercado más activo desde comienzos de la pandemia, muestra estabilización. «El incremento del coste de financiación también afecta a la oferta, que durante el último año y medio ya ha estado limitada por la elevada incertidumbre para la construcción en un entorno de demoras en las cadenas de suministros y costes de construcción al alza», ha subrayado Arias.
«La limitación de la oferta mantiene tensión al alza en los precios residenciales, que aun así irán moderando sus incrementos a medida que se ralentice la demanda», ha añadido. Desde agosto de 2015, cuando el precio medio en España alcanzó su mínimo tras la crisis financiera, el valor se ha incrementado 32,6%, con desigual intensidad según los mercados. El mayor avance acumulado corresponde a las capitales y grandes ciudades (+38,4%) y a las áreas metropolitanas (+34,2%), mientras que en las localidades más pequeñas de interior el crecimiento se limita a un 20,1%.
El índice general sigue recortando lentamente su distancia respecto a los máximos de 2007, con un descenso acumulado del 20,9 % desde el punto álgido del ciclo anterior. La costa mediterránea y resto de municipios rondan el 30% de caída desde el máximo de 2007-2008, mientras que en el grupo de los territorios insulares (Baleares y Canarias), la vivienda está un 12,4% por debajo de los máximos.
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