Crisis energética

Podemos se estrella con la UE: Bruselas no permitirá cambiar la forma de fijar el precio de la luz

La Comisión pretende incluso eliminar el precio máximo actual de 200 euros

Pero no impide reducir impuestos o desindexar el precio regulado del mayorista

Iglesias quiere encarecer aún más la factura de la luz: propone penalizar “el derroche”

cnmc orange másmóvil
Sede de la Comisión Europea en Bruselas.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Los planes de Pablo Iglesias para cambiar el sistema de fijación del precio de la electricidad no podrán hacerse realidad porque la Comisión Europea va a obligar a mantener el actual sistema «marginalista». De hecho, incluso quiere quitar el tope actual al precio del megawatio (mW), establecido en 200 euros. Lo que no impide en absoluto la UE es lo que el Gobierno no quiere hacer: bajar los impuestos o dejar de trasladar el precio mayorista a la tarifa de los hogares.

El vicepresidente del Gobierno apostó ayer por fijar un precio muy bajo por decreto (e independientemente del mercado) para los primeros kilowatios/hora (kWh), y que a partir de ahí la tarifa aumente para «penalizar el derroche». Sin embargo, que los Gobiernos impongan a su antojo el precio de bienes y servicios es algo que choca contra los principios europeos de libre mercado y competencia. De ahí que la Comisión Europea no vaya a permitir esas ensoñaciones del líder de Podemos, ni mucho menos las de nacionalizar una compañía eléctrica (crear una nueva empresa pública sería imposible).

El sistema de fijación del precio de la electricidad en España es similar al de los principales países europeos, y se llama «marginalista» porque el precio lo fija el último tipo de generación que entra, que es la más cara. Con nuestra estructura actual, este tipo es el gas (las centrales de ciclo combinado) y lo poco que queda de carbón. El subidón actual, como ha explicado OKDIARIO, se debe a que se está produciendo mucho con gas -apenas hay viento o sol estos días-, cuyo precio se ha disparado por la ola de frío en todo el mundo. Y encima, la demanda también es muy fuerte. Es decir, la luz es más cara cuando más falta hace.

Pero es que «el sistema está hecho para que sea así», explica un experto en el sector. La razón es que la transición ecológica que impulsa la UE pretende penalizar las energías contaminantes, como el gas.  «En el mercado marginalista, la idea es que, si hay una demanda muy alta y tiene que entrar generación contaminante, el precio sea muy alto». Es el efecto perverso que estamos viendo estos días porque, cuando no hay energías renovables, tienen que entrar estas energías ‘sucias’ en España debido a que apenas tenemos producción nuclear (mucho más barata y menos contaminante). A la inversa, cuando hay poca demanda y mucha producción renovable, el sistema genera precios muy baratos: es lo que ocurrió en 2020 con el covid y lo que se espera que se repita en marzo y abril de este año.

Sánchez puede no trasladar el precio a los minoristas

Ahora bien, la UE no impide en absoluto al Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias tomar otras medidas que pueden abaratar el recibo de la luz del consumidor de a pie. Por ejemplo, puede bajar el IVA desde el 21% actual y bajar o suprimir el impuesto eléctrico de los hogares (otro 7% sobre el que se paga también el IVA). También puede eliminar el impuesto a la generación que pagan las eléctricas e incluyen en el precio (lo trasladan a los consumidores); de hecho, Sánchez eliminó este tributo durante seis meses en 2018. Pero ahora el desbocado déficit público hace que sea necesario hasta el último euro de recaudación, aunque eso implique encarecer la electricidad para todos los ciudadanos.

Tampoco obliga nadie al Gobierno a que el precio que se fija en las subastas mayoristas se traslade automáticamente a la tarifa regulada, lo que se conoce como indexación. Pueden adoptarse mecanismos que suavicen los altibajos del precio mayorista al trasladarlo al minorista. Pero eso tampoco se lo plantea nuestro Ejecutivo. Como tampoco estudia la posibilidad de reducir o eliminar el alquiler del contador o el término fijo de potencia, lo que pagamos por tener luz antes de encender un interruptor; algo que ayer también pidió Iglesias… como si estuviera en la oposición en vez de ser el vicepresidente del Gobierno que puede llevarlo a cabo.

Un fondo para no trasladar las primas de las renovables

En lo único en que ha empezado a actuar el Ejecutivo, aunque muy tímidamente, es en los llamados costes y peajes: todo lo que se incluye en el recibo que no tiene que ver con la generación de electricidad. Ahí se incluyen las primas a las renovables de Zapatero y Rajoy que seguimos pagando, el déficit de tarifa acumulado durante años (porque costaba más producir la electricidad de lo que se pagaba por ella), la insularidad (que los habitantes de las islas paguen el mismo precio que los de la península), las subvenciones a la minería, etc.

El famoso Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico pretende sacar las primas de las renovables del recibo y que las paguen las eléctricas y, sobre todo, gasistas y petroleras, que han puesto el grito en el cielo… y que previsiblemente trasladarán este ‘rejón’ al precio del gas y de los combustibles en las gasolineras.

Lo último en Economía

Últimas noticias