Objetivo 2025

El plan de alquiler de Almeida busca reconvertir hasta 1.000 viviendas vacías en municipales

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José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid. (Foto: Madrid)

El Plan Integral de Alquiler Municipal impulsado por el Ayuntamiento de Jose Luis Martínez-Almeida ha echado a andar con el objetivo de reconvertir 1.000 viviendas vacías en pisos municipales en 2025. En concreto, el Consistorio espera sumar 100 viviendas este año, otras 100 en 2021, y terminar la legislatura con 500 inmuebles incorporados a la gestión municipal. Después, y debido a la vocación de continuidad del plan, podría alcanzar hasta 1.000 viviendas a mitad de legislatura, es decir, en 2025.

El Plan Integral de Alquiler Municipal, que se ha puesto en marcha a través de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS), está dotado con 30 millones de euros y actuará en toda la ciudad. «Queremos redistribuir el alquiler en Madrid por zonas que ahora no están cubiertas. Hay muchas viviendas turísticas vacías en el distrito centro, en Lavapiés o por la zona de Sol», explicaba Diego Lozano, consejero delegado de la EMVS.

El alcalde de Madrid, Jose Luis Martínez-Almeida, ponía en valor la importancia de la colaboración público-privada para ampliar el parque de vivienda de alquiler, y el alcance social del plan: «Nos tenemos que dirigir a todos los ciudadanos, incluso los que no están en situación de vulnerabilidad, pero cuya situación económica les impide acceder a una vivienda. Los jóvenes podrán disponer de ayudas directas para independizarse».

El Plan Integral de Alquiler Municipal gira en torno al Plan Reviva. ¿Cómo funciona? El propietario cede su inmueble vacío a la EMVS durante un periodo de tiempo concreto, sin perder la titularidad del mismo. Lo hace con una serie de garantías y ventajas establecidas. Y lo más importante, percibiendo por ello una renta mensual independientemente de que la casa tenga o no inquilino adjudicado. De eso se encarga la EMVS, que dispondrá de un listado de demandantes inscritos, entre los que alquilará la vivienda.

La EMVS ofrece una gestión integral del arrendamiento de la vivienda, lo que permite al propietario despreocuparse de todos los trámites administrativos y jurídicos. El Ayuntamiento también emitirá un informe técnico del estado del inmueble. Si la casa necesita reformas, la EMVS adelantará el coste de las mismas hasta un máximo de 45.000 euros a un 0% de interés, un anticipo que el propietario irá devolviendo poco a poco descontándoselo de la renta que percibirá cada mes.

Lo más importante de este programa es la garantía del pago de la renta, desde el primer mes, y durante toda la duración del contrato de usufructo con la EMVS. Esta renta será pactada previamente con el propietario, siempre a precios de mercado. Cada propietario no podrá ceder más de cinco viviendas a la EMVS.

La vivienda debe llevar vacía un mínimo de nueve meses y el contrato de cesión será de un mínimo de cuatro años. La EMVS dotará además a la vivienda de una alarma para evitar ocupaciones. El Ayuntamiento también se responsabiliza del mantenimiento y conservación de la vivienda cedida en usufructo.

El segundo programa del plan se llama Bono Vivienda, una línea de ayudas destinada a los inquilinos que vayan a residir en las viviendas cedidas a la EMVS dentro del Programa Reviva. Estos inquilinos nunca pagarán más del 30% de sus ingresos por el alquiler. Pero, además, podrán recibir una ayuda directa (el bono) en función del número de miembros de su unidad familiar, sus ingresos totales, la edad de los solicitantes, sin tienen hijos menores a su cargo, o si tienen grados de discapacidad o dependencia, entre otros condicionantes.

Para tener opción al bono vivienda hay que cumplir dos requisitos básicos: llevar empadronado en Madrid un mínimo de cinco años y tener unos ingresos brutos, en función del número de miembros de la unidad familiar, de entre 3 y 7,5 veces el IPREM -entre 32.200 y 88.200 euros-. Luego hay unas condiciones generales y específicas que aumentan el bono.

Entre las condiciones generales están: ser menor de 35 o mayor de 65 años, tener una discapacidad igual o superior a un 33%, tener una dependencia de grado II o III; tener hijos menores de 25 años dependientes económicamente; tener hijos dependientes económicamente (da igual la edad) si tiene un grado de discapacidad; o estar separado o divorciado.

El bono se incrementa mucho más si además el solicitante cumple unos requisitos específicos, como ser familia numerosa o monoparental; tener una discapacidad igual o superior a un 65%; tener una dependencia de grado III, ser víctima del terrorismo o ser víctima de violencia de género.

En cualquier caso, el bono vivienda nunca podrá superar la cantidad de 900 euros. El objetivo es que ningún inquilino pague más del 30% de sus ingresos netos familiares, estableciéndose, en todo caso, un alquiler mínimo de 450 euros.

La EMVS también ha puesto en marcha un nuevo servicio de intermediación llamado SIA y el Programa conFIANZA Joven, que consiste en anticipar a los inquilinos que lo soliciten la fianza (un mes) que les exige el casero.

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