La SEPI lleva desde abril analizando la empresa

Orihuela exige una indemnización millonaria para salir de Duro Felguera y dificulta la entrada de la SEPI

Orihuela exige una indemnización millonaria para salir de Duro Felguera y dificulta la entrada de la SEPI
José María Orihuela, consejero delegado de Duro Felguera.
Carlos Ribagorda

José María Orihuela, consejero delegado de Duro Felguera desde diciembre de 2018 y señalado por ex directivos de la firma, sindicatos y acreedores como culpable de la situación actual que atraviesa la ingeniería asturiana, no está dispuesto a abandonar la compañía como quiere la SEPI para rescatarla sin que se le abone una indemnización como si un despido se tratara, lo que implica el pago de una anualidad más la parte de un bonus a la largo plazo que incluye la evolución de la acción en Bolsa, que se ha revalorizado un 70% en los últimos doce meses.

Orihuela, cuyo sueldo anual bruto es de unos 430.000 euros, renunció en 2019 a la parte de ese bonus variable, que ascendía a algo más de 300.000 euros, por la situación de la empresa, que ha pedido un rescate a SEPI de 120 millones de euros. La SEPI ha asegurado a Duro Felguera que se pronunciará antes de que acabe de enero sobre esa petición, pero desde hace tiempo se da por hecho que el Gobierno no va a dejar caer a la ingeniería.

Uno de los problemas es precisamente que el presidente de la SEPI, Bartolomé Lora, no quiere mantener a Orihuela al frente de la compañía. Porque, aunque la situación es compleja, la SEPI lleva desde abril analizando las cuentas de la firma. No hay ninguna sorpresa para el organismo público, según explican fuentes conocedoras de la situación. «En abril del año pasado Duro Felguera ya firmó la carta de confidencialidad (NDDA, por sus siglas en inglés) con la SEPI y desde entonces están analizado a la compañía de arriba a abajo», explican estas fuentes.

«Pero Bartolomé Lora no quiere ni en pintura a Orihuela. No sólo por lo que ha visto desde abril. Ya antes tenía una opinión desfavorable de él cuando le tuvo que tratar porque Duro Felguera quería vender su filial de Defensa, Epicom, que ahora la sede está en Madrid, y el Gobierno quería que se lo comprara Indra. Ahí ya tuvo contacto con él y al final esa operación no se hizo», explican estas fuentes. «Es una de las funciones que ha estado haciendo Acento, la consultora de José Blanco -ex ministro socialista de Fomento con José Luis Rodríguez Zapatero-, desde que se la contrató en enero: la labor de acercamiento a la SEPI», aseguran fuentes internas.

Orihuela sabe desde hace semanas que la SEPI quiere aportar los 120 millones de euros que ha pedido y también que no cuenta con él para el futuro de la empresa. «Se resiste a salir si no es cobrando una indemnización millonaria. Pero el problema es que a la hora de aportar los fondos, la SEPI no tiene un resquicio legal que permita apartarlo sin más», explican fuentes del sector.

«En abril del año pasado Duro Felguera ya firmó la carta de confidencialidad (NDDA, por sus siglas en inglés) con la SEPI y desde entonces están analizado a la compañía de arriba a abajo», explican fuentes internas

Hay que recordar que, hasta ahora, la SEPI ha entrado en el capital de Globalia y, de mutuo acuerdo con el principal accionista, la familia Hidalgo, se reservó el derecho de nombrar conjuntamente un consejero delegado, pactado.

La intención desde hace tiempo de la SEPI por tanto es nombrar un nuevo equipo directivo, algo en lo que coincide con la banca acreedora y con los sindicatos, y hasta con el Gobierno del Principado de Asturias. También para algunos de los inversores que han mostrado interés en entrar en Duro Felguera, como Blas Herrero, que ha declarado públicamente que si es el elegido por la SEPI para tomar las riendas de la compañía prescindirá de Orihuela.

La SEPI decide entre cuatro ofertas

Aunque Duro Felguera firmó la carta de confidencialidad con la SEPI en abril, fue en agosto cuando pidió formalmente el rescate de 100 millones de euros, ampliado en diciembre a 120 millones. A partir de ahí, Orihuela puso en marcha un proceso para buscar inversores aunque, según acusan fuentes internas, de una forma poco activa porque «lo que quiere es mantenerse él en el poder». Este periódico ha relatado el día a día de la supuesta negociación con DSA Group, una firma árabe que mostró su interés en abril y se retiró en junio por las formas mostradas por Orihuela.

A través de Alantra, finalmente Duro Felguera ha presentado a la SEPI a cuatro aspirantes, según comunicó a la CNMV hace unas semanas. No se han desvelado los nombres, pero Blas Herrero, el dueño de Capital Energy, Jesús Martín Buezas, una empresa asiática, y Ultramar Energy podrían ser los candidatos.

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