Las nuevas competiciones entre clubes transformarán el negocio del fútbol en cinco años
La industria al completo está viviendo una transformación con nuevos retos que harán que de aquí a 2025 muchas cosas hayan cambiado respecto a como son ahora.
El Atlético de Madrid no es el único equipo que afronta durante los últimos años un cambio radical en el negocio del fútbol que variará la forma en la que se obtienen los ingresos. La industria al completo está viviendo una transformación con nuevos retos que harán que de aquí a 2025 muchas cosas hayan cambiado respecto a como son ahora.
Ese es el objetivo de la UEFA y de los clubes más grandes de Europa, que buscan crear una nueva competición que tenga más partidos, más trafico y audiencias y más ingresos de televisión, tal y como reconoció este pasado jueves el propietario del Atlético de Madrid, Miguel Ángel Gil Marín, en un encuentro en la sede la consultora KPMG.
En este encuentro, donde Gil Marín habló sobre los proyectos del Atletíco de Madrid para integrar la Superliga en los próximos años y la posibilidad muy real de que las ligas de fútbol nacionales queden desconectadas de este nuevo modelo y sin interés, quedó claro como los dirigentes de clubes medianos que quedarían fuera de la Superliga están en contra de la creación de este nuevo torneo, que se realizará «sí o sí» a partir de 2024 y que se conformará con un núcleo duro de 10 o 12 equipos que estarían siempre en la competición y con ocho descensos de 32 equipos, que conformarían la Superliga como un ente aparte de las ligas nacionales, perdiendo estas la influencia sobre los ascensos y descensos.
Rápidamente, el efecto que va a generar este nuevo modelo es más ingresos para los equipos que sí estén en la competición y «una distancia presupuestaria cada día más grande con el resto»:
Medianos en contra
Teniendo en cuenta este modelo, no es de extrañar que Jokin Aperribay, presidente de la Real Sociedad, se manifestara durante el encuentro en la sede de KPMG muy en contra de este proyecto de Superliga que cuenta con el apoyo tanto de grandes clubes como de la propia UEFA: «Nos hemos pasado los últimos años hablando de la economía del fútbol y nos hemos metido en una foto en la que no contestamos ninguna pregunta», dijo el dirigente vasco, que pidió a FIFA y UEFA que paren el proyecto: «¿Qué va a ganar el fútbol?, ¿y la sociedad europea?, ¿no se va a crear más distancia? Creo que perderían todos y sería el principio del fin de una economía ordenada en el fútbol»,
Precisamente Aperribay habló en el encuentro del proceso de saneamiento que ha vivido el club de San Sebastián durante los últimos años, desde pasar de tener una deuda de varios millones de euros que comprometía la superviviencia del equipo hasta un plan económico de su grupo gestor que consiguió devolver las deudas y acabar con superávit.
Una situación similar a la vivida en Valladolid, donde el presidente del Real Valladolid, Carlos Suárez, relató una situación similar en la que el club ha pasado en la última década de una situación que comprometía su viabilidad a un modelo mucho más sostenible en el tiempo. La llegada de Ronaldo Nazario como máximo accionista hace un año -con la peor oferta económica por el club, desveló Suárez- supone un puntal en términos de marketing que el club quiere aprovechar para asentarse en Primera División.
En el reparto de derechos televisivos que va a generarse en los próximos años, y con la aplicación de nuevos formatos y contenidos de fútbol, los clubes medianos no quieren que se cercenen sus posibilidades de crecimiento.