Cani Fernández, presidenta desde junio

La nueva CNMC reduce drásticamente las multas a las empresas por vulnerar las normas de competencia

CNMC telefonica fusion
Cani Fernández, presidenta de la CNMC.
Carlos Ribagorda

Las empresas españolas respiran con la salida de José María Marín Quemada de la presidencia de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la llegada en junio de Cani Fernández, la persona elegida por el Gobierno de Pedro Sánchez para dirigir la autoridad de competencia nacional. La nueva CNMC ha reducido drásticamente las sanciones a las compañías por la vulneración de las normas de competencia en 2020, frente a los récords marcados durante la presidencia de Marín Quemada.

De acuerdo con las notificaciones de las multas impuestas a las empresas que realiza la CNMC habitualmente, este año la multa más alta ha sido impuesta a Repsol. En concreto, el 18 de diciembre el regulador comunicó una sanción de cinco millones de euros a la petrolera que dirige Josu Jon Imaz por incumplir dos resoluciones previas, referidas a la normativa de competencia en sus contratos con empresarios de estaciones de servicio independientes.

Al margen de esta sanción, la suma total de las multas impuestas por la CNMC este año no supera los 15 millones de euros. El ejercicio ha estado marcado por la pandemia y el cambio de presidente en junio, pero la diferencia en el número y en la cuantía de las multas respecto a la etapa de Marín Quemada es abismal.

El ex presidente de la CNMC fue muy criticado por las grandes empresas por, entre otras cosas, la proliferación de multas que imponía en prácticamente todos los sectores. Marín Quemada llegó a la presidencia de la CNMC en septiembre de 2013 cuando se creó este organismo superregulador fruto de la fusión de la Comisión Nacional de Energía (CNE), la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) y la Comisión Nacional del Sector Postal (CNSP).

Récord en 2015: 517 millones en sanciones

Tras un primer año, 2014, de ajuste, en el que las multas ascendieron a 56 millones de euros, en 2015 las sanciones de la CNMC marcaron récord absoluto al alcanzar los 517 millones de euros. Ningún sector se libró de las investigaciones del organismo, que marcó un antes y un después con la llegada de Marín Quemada: en enero multó con casi 100 millones de euros a varias empresas de limpieza por repartirse los contratos públicos de gestión de residuos; más de 88 millones a la industria láctea -Danone, Nestle, Pascual…- en marzo por intercambiar datos sobre el precio de la leche de vaca cruda; más de 41 millones en junio a los concesionarios de coches de Audi, Seat y Volkswagen por pactar precios.

multas cnmc.

En años posteriores, la cuantía de las multas descendieron hasta que de nuevo en 2019 volvieron a rozar los 500 millones de euros, 470 millones en concreto. Este 2020 la reducción ha sido drástica, a tenor de los comunicados públicos de la nueva CNMC. Fernández sustituyó a Marín Quemada en junio y en uno de sus primeros discursos públicos abogó por promover una regulación eficiente ayudando a modernizar la economía española tanto desde el punto de vista económico como desde el legal. Durante el tiempo que lleva al frente de organismo ha tenido que lidiar también con las divisiones internas durante la etapa anterior.

Fernández sustituyó a Marín Quemada en junio y en uno de sus primeros discursos públicos abogó por promover una regulación eficiente ayudando a modernizar la economía desde el punto de vista económico y legal

Fuentes empresariales aseguran que con el cambio en la presidencia de la CNMC sólo se puede ir a mejor, debido a que Marín Quemada se ganó la enemistad de prácticamente todas las grandes compañías españolas. Muy críticos han sido desde el sector de las telecomunicaciones, que señalan que el anterior presidente estaba poniendo piedras en el desarrollo tecnológico y digital del país con sus medidas antimonopolio.

Eléctricas y medios de comunicación

El sector eléctrico también ha criticado duramente a Marín Quemada, mientras ahora de momento respiran. La anterior CNMC tiene un procedimiento abierto contra las eléctricas a las que acusa de alterar el precio de la electricidad.

El sector de los medios de comunicación también ha sufrido, en su opinión, las consecuencias de la deriva sancionadora de Marín Quemada. Las televisiones fueron multadas reiteradamente por vulnerar las reglas de la publicidad en antena, o por sobrepasar el tiempo límite legal destinado a publicidad. La situación ahora ha cambiado drásticamente, pese a la reciente multa a Atresmedia por valor de 395.000 euros, el 23 de octubre. En 2019, sólo al sector de los medios de comunicación, la CNMC impuso multas por valor de 77 millones de euros por saltarse los tiempos dedicados a los anuncios.

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