El niño que descubrió el agujero de Abengoa: “Me sorprendió que Deloitte dijera que todo iba bien”
Lo ocurrido con Abengoa sacude los cimientos del sector de la auditoria y golpea especialmente la credibilidad de Deloitte España, firma encargada de fiscalizar las cuentas de la empresa sevillana que está a las puertas de la quiebra. La auditora no observó problemas en Abengoa hasta dos semanas antes de iniciar el proceso concursal, sin embargo, un año antes, un adolescente avisó de la crítica situación de la empresa que entonces era presidida por Felipe Benjumea.
El nombre de ese chico es José Baltá, aunque prefiere que le llamen “Pepe”, un joven estudiante de Medicina que cuando terminaba el bachillerato recibió un encargo de su profesor de Economía: analizar las cuentas de una gran empresa española.
“Elegí a Abengoa porque el profesor la citó como ejemplo y, aunque no conocía demasiado la compañía, me fue fácil encontrar sus cuentas en su página web”, explica Baltá a OKDIARIO, “me descargué los datos relativos a los años 2012 y 2013 y los estudié”.
Baltá no tenía conocimientos previos de Economía. “Sólo me fijé en las cuestiones básicas, porque no sabía mucho y nunca había hecho nada que tuviera que ver con esta materia”, explica el joven estudiante, “y en seguida me di cuenta de que el patrimonio neto era excesivamente pequeño y la deuda excesivamente grande, lo que generaba importantes desequilibrios en el balance”.
Aunque lo que más le impactó fue la ingeniería contable de Abengoa, “con unas cuentas de pérdidas y ganancias en las que el beneficio neto negativo, es decir, las pérdidas, se convertían en ganancias”. Por ello, “le pregunté al profesor, que tampoco comprendía bien lo que ocurría, no entendíamos cómo eso podía hacerse”. “Además, la empresa funcionaba con un fondo de maniobra negativo”.
En su trabajo, elaborado en 2014, Baltá señalaba que “el análisis patrimonial nos lleva a pensar que si no se actúa pronto, Abengoa tiene un fuerte riesgo de entrar en suspensión de pagos”. Para el joven estudiante “la solución pasaba por hablar con los proveedores para renegociar la deuda o bien buscar algún tipo de financiación para evitar la quiebra”.
Lo que no vio Deloitte lo descubrió un joven estudiante
Baltá confiesa a OKDIARIO que le pareció raro que Deloitte diera el visto bueno a la contabilidad de Abengoa cuando estaba tan claro que las cuentas no cuadraban y que la empresa iba directa a la quiebra.
“Me sorprendió lo de Deloitte, que dijera que todo iba bien, porque si un monstruo como esta empresa dice que todo está bien lo normal es que el que estuviera equivocado fuera yo. Llegué a dudar, aunque al fin al cabo los números son números y, según la teoría básica que nos había explicado el profesor no era difícil ver que la empresa tenía graves problemas”.
El trabajo recibió una nota de 9,8 sobre 10 y, a pesar del éxito, Baltá no ha querido seguir estudiando Economía. Su gran vocación es la medicina y ya ha comenzado su primer año de carrera. Que tomen nota los auditores de Deloitte encabezados por el socio que fiscalizó a Abengoa, Manuel Arranz, pues no fueron capaces de ver lo que descubrió un adolescente con información a la vista de todos. La firma que preside en España Fernando Ruiz ha cobrado 20 millones de euros en los últimos tres años por auditar a la empresa sevillana.
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