Montero ignora a Ayuso y se niega a contestar a Madrid sobre el regalo fiscal de Sánchez a Cataluña
Rocío Albert, consejera de Hacienda de Madrid, pidió por carta a Montero una explicación detallada del regalo a Cataluña
Montero no contesta y declara ahora que apoya y avala ese acuerdo después de decir públicamente que estaba en contra
María Jesús Montero, ex consejera de Hacienda de Andalucía y actual ministra de Hacienda del Gobierno y número dos del PSOE, ha dado la callada por respuesta a la carta que el pasado 2 de agosto le envió el Gobierno de la Comunidad de Madrid, a través de la consejera Rocío Albert, en la que le requería que le explicara «con detalle y por escrito» el pacto fiscal acordado por socialistas y republicanos catalanes para investir a Salvador Illa en Cataluña.
Montero ha ignorado a Madrid «una vez más», señalan fuentes del Gobierno regional que dirige Isabel Díaz Ayuso, que le recordaban en la misiva que hasta en dos ocasiones negó ante diferentes consejeros de Hacienda que se estuviera negociando bilateralmente con Cataluña una financiación exclusiva, un cupo catalán para la región. Finalmente, sí se estaba negociando y ha permitido a Illa convertirse en el nuevo presidente de la Generalitat.
En virtud de ese acuerdo, Cataluña recaudará, gestionará y fiscalizará todos los impuestos que se generen en la región. A cambio, aunque no se aclara cómo se va a calcular, Cataluña abonaría una cuota de solidaridad a la caja común para que el resto de las regiones menos ricas puedan ofrecer los mismos servicios públicos que las más ricas, como la catalana.
El problema es que no se sabe cómo se va a calcular ni quién va a tener que sufragar los fondos que deja de aportar Cataluña a la caja común. La Comunidad de Madrid es la región que más fondos aporta y, si sale Cataluña del régimen común, será la única que sustente al resto de regiones -con una mínima aportación de Baleares-. Cataluña aporta a este fondo algo más de 1.500 millones, por los 4.500 de Madrid.
Pero, de momento, todo son incertidumbres sobre cómo piensa el Gobierno llevar a cabo este regalo fiscal a Cataluña y cómo va a afectar al resto de regiones. Por eso, Madrid pidió una explicación y que se convocara al Consejo de Política Fiscal y Financiera para tratar este cambio de las reglas del juego comunes por el pacto de dos partidos.
Se da la circunstancia de que Montero no sólo no ha contestado a Madrid ni ha convocado ese consejo, sino que en la sesión de investidura de Illa declaró a la salida que «el PSOE apoya y avala en su totalidad el acuerdo entre el PSC y ERC». «Nos sentimos cómodos, y lo vamos a apoyar e impulsar. Tiene una seña de identidad: la solidaridad con el resto de territorios», dijo.
Además de haber negado a los consejeros de Hacienda durante los últimos meses que se estuviera negociando bilateralmente con Cataluña, Montero se posicionó en contra del cupo catalán hace menos de un mes, el 15 de julio. Montero llamó a la propuesta de ERC «una suerte de concierto catalán que yo no comparto». «También lo ha dicho el PSC», dijo, para dejar claro que los socialistas no lo apoyaban. Finalmente, el PSC lo ha firmado, Montero lo «avala, apoya e impulsa», y Salvador Illa es presidente de la Generalitat.
La transformación de Montero con el regalo fiscal a Cataluña ha sido meteórica. Como consejera de Andalucía pedía más dinero para esa región, y ahora se dispone a impulsar que Cataluña salga del régimen fiscal común, algo que choca con la Constitución -según algunos expertos- y que va a restar fondos al resto de regiones.
Según el PP, y también un primer estudio de Fedea, el regalo fiscal de Sánchez a Cataluña obligará a subir el IRPF al resto de españoles o a gastar menos dinero en sanidad, educación, defensa o pensiones.