Los mexicanos de Duro Felguera revisan euro a euro la gestión del ex CEO, que dilapidó 216 millones

Los empresarios mexicanos dueños de la rescatada Duro Felguera, Prodi y Mota Engil, están revisando factura a factura la gestión de Jaime Argüelles, consejero delegado de la ingeniería asturiana hasta el viernes 8 de noviembre. Ese día, Argüelles cedió y aceptó dejar la compañía después de tres semanas de máxima presión por parte de los mexicanos para que abandonara la compañía. Argüelles fue nombrado consejero delegado de Duro Felguera en mayo de 2021 por la SEPI, que rescató la empresa en marzo de 2021 con 120 millones de euros -el Gobierno asturiano aportó otros 6 millones-.

Además de esos 126 millones de euros de dinero público, Duro Felguera recibió otros 90 millones de euros que invirtieron los mexicanos en la firma para quedarse con la mayoría del capital, el 56%. Fue el propio Argüelles quien buscó a estos inversores y quien les convenció para que invirtieran, operación que fue completada en febrero de este año.

En total, la firma ha recibido 216 millones de euros. Pero, como ha venido contando este diario, la caja está vacía. «Ha dilapidado 216 millones en poco tiempo. No hay dinero y la situación es muy, muy difícil», señalan fuentes conocedoras de la situación.

Los mexicanos han ido cambiando el consejo y tomando nota de todo lo que ocurría en la compañía. Desde el principio incrustaron en la sede de la ingeniería en Gijón a un hombre suyo, Eduardo Espinosa, que tenía despacho en la planta noble e iba todos los días a la oficina desde hace más de un año. Espinosa fue nombrado presidente de la ingeniería el 8 de noviembre.

«Ahora está reuniéndose con el equipo directivo y fiscalizando de verdad cuál es la situación económica de la empresa, cada proyecto, cada pedido, porque antes toda la información la tenía sólo Argüelles. Nadie entiende cómo se ha podido dilapidar tanto dinero», señalan estas fuentes. «Trajo a directivos que luego se marcharon a los pocos meses porque no aguantaban trabajar con él, montó un comité de dirección de casi 15 personas que no era necesario para el tamaño de Duro Felguera, hizo un ERE y ahora hay más o menos los mismos trabajadores otra vez…», sentencian.

Las fuentes consultadas no descartan que los mexicanos tomen alguna acción legal contra Argüelles si encuentran alguna irregularidad en el análisis que están haciendo. «Es que es su dinero. No es dinero de otro, es dinero que han invertido ellos en la compañía. 90 millones nada más y nada menos», señalan.

«Además, a Argüelles le ha costado dejar la empresa. Desde hace semanas los mexicanos querían que saliera. Había discrepancias sobre las cuentas de la empresa entre las dos partes. Iba a salir la semana del 28 de octubre, pero al final aguantó hasta el 8 de noviembre», explican estas fuentes.

Ahora, los mexicanos preparan cambios en ese gigantesco comité de dirección, del que probablemente saldrán la mayoría. El temor entre los directivos es que la remodelación sea total y quede un comité más reducido, acorde con el tamaño de la ingeniería.

Pero ese es sólo el primer paso. Duro Felguera necesita ingresos, ganar contratos, pero para eso es necesario tener dinero en la caja para optar a ellos y, si se ganan, ponerlos en marcha. La banca es reacia a avalar a la firma, aunque el mercado ha acogido con satisfacción el cese del consejero delegado.

Esta semana Duro Felguera ha casi duplicado su valor en Bolsa. Este viernes ha cerrado a 0,635 euros por acción, mientras que el jueves 7 de noviembre cerró a 0,329 euros. El cese de Argüelles se hizo público el viernes a primera hora de la mañana.