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Los mexicanos de Duro Felguera exigen a la SEPI más apoyo y alejan el acuerdo para salvarla

La SEPI rescató la ingeniería asturiana con 120 millones de euros en 2021 y ahora está en preconcurso de acreedores

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Sede de Duro Felguera.
Carlos Ribagorda

El futuro de Duro Felguera, séptimo mayor rescate de la SEPI durante la pandemia del coronavirus con 120 millones de dinero público, sigue en el aire más de seis meses después de declararse en preconcurso de acreedores. El acuerdo estaba cercano hace un mes, a mediados de junio, pero los mexicanos dueños del 55% de la compañía, Prodi y Mota Engil, han exigido más apoyo a la SEPI, lo que ha alejado el pacto para salvar a la ingeniería asturiana. Duro Felguera ha solicitado al juez ampliar el preconcurso de acreedores -que vencía hoy 31 de julio- hasta el 30 de septiembre.

«La situación está en un tira y afloja entre ambas partes porque para salvar la empresa hace falta meter dinero y los dos andan reticentes a inyectar más dinero. Hace un mes estaba prácticamente acordado que entre los dos, mexicanos y SEPI, inyectarían hasta 50 millones de euros, pero para la SEPI no es fácil porque hay otras empresas que rescató y que también están en problemas», señalan fuentes conocedoras de la situación.

Es el caso de Imasa, que también es una industria asturiana y que está en preconcurso de acreedores y también está negociando con la SEPI una solución. Imasa fue rescatada por la SEPI con 35 millones de euros.

«Si la SEPI pone dinero en Duro Felguera, acto seguido tiene que meterlo en Imasa. O convertir en capital el préstamo y que pase a ser pública. Y los empleados también. No es nada fácil la situación y la SEPI tiene además mucha presión política para ver qué decisiones toma. Por eso no cierra el acuerdo y es reacia a inyectar más dinero», explican estas fuentes.

En definitiva, la SEPI está «mareando» un acuerdo que, con la entrada de agosto, se irá ya a septiembre con toda probabilidad.

Porque la SEPI lo único que está ofreciendo con seguridad es reducir los tipos de interés que cobra a Duro Felguera por el préstamo del rescate. Un préstamo que le cuesta a la ingeniería asturiana más de 12 millones de euros al año intereses.

Para la compañía, que acaba de firmar la venta de la fábrica conocida como El Tallerón a Indra por 3,65 millones, donde ensamblará los 8×8 que hace ahora Santa Bárbara en Trubia, reducir la factura de los intereses que paga a la SEPI sería otro paso hacia adelante para conseguir la recuperación.

A eso está dispuesta la SEPI. Pero a aportar más dinero ya es más complicado. Los mexicanos han asegurado a los sindicatos durante una reunión esta semana para presentarles el Plan de Viabilidad que les exigió la SEPI para inyectar más fondos que están dispuestos a invertir más dinero en la compañía. Pero exigen más apoyo de la SEPI.

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Sede de la SEPI.

Mientras se estanca el acuerdo con la SEPI sobre la aportación de fondos, ese Plan de Viabilidad va avanzando. Duro Felguera ya está funcionando con dos filiales con dos directores generales, y la negociación del ERE sigue cumpliendo etapas -este jueves hay una nueva reunión-.

De momento, la empresa ha fijado en 249 los despidos, aunque podría bajar en la negociación con los sindicatos, como suele suceder en este tipo de procesos. La intención inicial de la compañía es que el ERE afecte a unas 200 personas.

Además, los mexicanos tienen previsto en el Plan vender contratos y cerrar delegaciones, lo que permitirá reducir la plantilla al entorno de las 750 personas -ahora eran 1.600-. Lo pactado con El Tallerón, que Indra asume a los 156 empleados de la fábrica, se tratará de hacer con otros negocios.

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