Más de 80.000 personas emigraron de España en 2014, el triple que antes de la crisis

Aeropuerto-huelga
Pasajeros en el aeropuerto de El Prat (Foto: GETTY).

Un total de 80.141 personas emigraron de España a otros países durante 2014, lo que supone casi el triple de las que se marcharon en 2007, año del inicio de la crisis. Casi la mitad de los emigrantes (un 48,6%) recaló en un país de la Unión Europea. El destino favorito, según datos de Asempleo, fue Reino Unido, que acogió a 9.552 españoles, seguido de Francia (8.306) y Alemania (7.640).

En suma, Europa acogió a 38.941 emigrantes de España durante el año pasado, casi tantos como los que se dirigieron a continente norteamericano, 35.042 personas. Al respecto, destaca que Ecuador acogió más españoles que Estados Unidos.

Perfil de los emigrantes

Uno de los motivos principales del incremento de emigrantes es la búsqueda de empleo fuera del país. Tres de cada cuatro de los españoles que salieron de España estaba en edad de trabajar. Dentro de ese grupo, el rango de edad más común va desde los 25 hasta los 34 años, aunque el informe incide en que, según ha ido avanzando la crisis, ese grupo ha ido perdiendo fuerza en favor de un rango mayor que se mueve entre los 35 y los 44 años.

Además, el informe concluye que, «a mayor formación, mayor movilidad», ya que la mitad de los trabajadores con estudios superiores ha cambiado de residencia en menos de cinco años, mientras que aquellos con estudios primarios sólo alcanzan el 7,7%.

La localización geográfica también es relevante, y es que el 43,7% del total de emigrantes procedía de los grandes núcleos de población: Madrid (24,1%) y Cataluña (19,6%). Aun así, la Comunidad de Madrid es la única región de España que no ha registrado un incremento en las salidas desde el inicio de la crisis; de hecho, en 2014 cayó un 5,4%.

Motivos laborales

Las salidas se incrementaron en 2011, cuando hubo una fuga masiva de españoles hacia otros lugares como consecuencia de la mala situación económica que atravesaba España. Según Asempleo, «no es equivocado pensar que el aumento de emigraciones al extranjero se deba, en gran medida, a las dificultades que atraviesan las personas para encontrar un empleo en nuestro país».

En ese sentido, el mercado laboral español no puede absorber a tantos desempleados, lo que contrasta con la última encuesta de la EPA, que, pese a los buenos datos de creación de empleo, refleja un descenso de la población activa.

Los movimientos, además de hacia el extranjero, también se producen dentro de España. En 2014, el 2,5% del total de ocupados del país cambió de residencia en menos de un año; en 2010, esa cifra alcanzaba el 3,3%. Así, la tendencia de la población trabajadora en España parece ir en la línea contraria a la movilidad laboral, cada vez más reacios a cambiar de residencia laboral que cuando estábamos inmersos en la crisis.

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