Lío en la banca privada: el Banco de España alarga la venta de UBS a Singular… para alivio de Marín
La banca privada (gestión de altos patrimonios) está on fire estos días en España. Los diferentes reguladores han aprobado la compra de este negocio de BNP Paribas por Banca March, como adelantó OKDIARIO, pero todavía no está autorizada la de UBS por Singular Bank -la firma del exconsejero delegado del Santander Javier Marín-, a pesar de que se solicitó más de tres meses antes. ¿Por qué? En el sector los rumores vuelan y la idea general es que cada vez es más probable que no reciba la luz verde. Y no sólo eso, sino que sería un alivio para el propio Marín.
Este negocio -el más glamouroso, el de mayores márgenes y en el que se pagan los salarios más altos de la banca- vive una auténtica locura de fichajes por la feroz competencia entre las entidades. Ya no se fichan banqueros de uno en uno, sino de siete en siete, y con ofertas mareantes. Pero también hay algunos bancos extranjeros que han decidido tirar la toalla en España porque no ofrece la rentabilidad de otros países (y porque tienen que recortar costes a nivel mundial, no nos engañemos) y han puesto a la venta sus bancas privadas.
De momento, los dos que lo han hecho son de campanillas: el suizo UBS y el francés BNP Paribas (el patrocinador de Roland Garros). El primero hizo un proceso de venta de lo más extraño y acabó cerrando la operación con la pequeña entidad creada por Marín, por delante de otros interesados mucho más potentes, como Deutsche Bank, Andbank o Lombard Odier, mientras que el segundo pactó con el principal banco privado nacional, March.
Los clientes quieren bancos con nombre
En esta vorágine del sector, los que quieren crecer se han lanzado a fichar banqueros de UBS y BNP, más proclives a aceptar ofertas ahora que van a tener que cambiar de banco sí o sí. Según algunos, porque sus clientes quieren estar en entidades pequeñas, sino en gigantes con gran infraestructura y mucho nombre. Y así poder presumir de dónde tienen el dinero con sus amigos en Sotogrande, Mallorca, Marbella, Baqueira o Sancti Petri.
Según otros, la razón es la contraria: que estos banqueros no son capaces de gestionar con éxito las carteras o de captar nuevos clientes si no tienen detrás una marca de campanillas. Y se ven perdidos en sus nuevos destinos, por lo que prefieren fichar por otro grande. El resultado es una fuga constante de profesionales de BNP y UBS hacia titanes como Deutsche Bank, Credit Suisse o boutiques muy exclusivas como Rothschild o J. Safra Sarasin.
Esta fuga está siendo mucho más acusada en UBS -porque es más grande en España que BNP y porque Singular tiene menos nombre que Banca March-, a pesar de que Marín ha ofrecido un suculento bonus de retención a los que se queden, como también informó este diario. Se dice que ha salido entre el 60% y el 75% de la plantilla. Hasta el punto de que hay honda preocupación en el Banco de España por la viabilidad de la operación si continúa la salida de profesionales. Los banqueros que se van a otras entidades se llevan a sus clientes (y a su patrimonio) con ellos.
El Banco de España se lo piensa mucho
Por tanto, si se van muchos, se vacía la entidad y «puede llegar un momento en que los números de la operación no salgan, que es lo que preocupa al Banco de España», según una de las fuentes consultadas. El supervisor teme que, con estas salidas de patrimonio, Singular pueda ver comprometida su viabilidad. Por ejemplo, si el resultado de lo que queda es dilutivo en capital, o si su ratio de eficiencia (relación costes/ingresos) es negativa, o si esta concentración incrementa sus riesgos. En cualquiera de estos escenarios, el Banco de España podría no dar su visto bueno a la operación. Que es lo que se barrunta todo el sector, y más después de que se haya autorizado la operación de BNP antes que ésta.
Y si es así, ¿qué pasaría? Pues el comentario general es que Marín respiraría aliviado porque no tendría que pagar una pasta (más de 200 millones) para llevarse mucho menos de lo que había comprado. A lo que hay que sumar el coste de integrar a los banqueros que se queden, que cobran salarios muy altos más el citado bonus de retención, y crear unas estructuras (plataforma tecnológica, middle office, backoffice) mucho más grandes que las actuales. Y es que, con esta operación -si se hace-, Singular pasaría de ser un jugador poco relevante a estar en el top ten del sector; antes de la fuga de talento, UBS ocupaba el sexto puesto.
En estos casos, el precio suele rebajarse en función del patrimonio que se traslade finalmente, pero, aún así, hay un umbral por debajo del cual a Marín no le interesa quedarse con el banco suizo. Y parece que está llegando a ese nivel. En el otro extremo, el veto a la operación por los reguladores sería un verdadero descalabro para UBS, que ha perdido los banqueros, los clientes y encima no cobraría un euro. Sacaría mucho menos si intenta vender a otro lo que queda de su banca privada, ya que es mucho más pequeña de lo que era cuando firmó con Marín.
Veremos en qué queda la cosa. Probablemente, no tendremos que esperar mucho.