Mercado inmobiliario

La Justicia investiga la responsabilidad de un franquiciado de Remax en una estafa inmobiliaria

vivienda
compraventa de viviendas

La justicia está investigando a Re/Max Urbe, franquiciada de la inmobiliaria Remax, por su responsabilidad en una estafa inmobiliaria en la que se habría defraudado más de 65.000 euros a dos clientes. En concreto, el juzgado de primera instancia número 68 de Madrid admitió a trámite el pasado 7 de septiembre la demanda interpuesta por los presuntos estafados contra Skyline Soluciones S.L, representada de la marca comercial Re/Max-Urbe ubicada en la Plaza de Olavide de Madrid. Los demandantes reclaman una indemnización a la franquiciada inmobiliaria al entender que han incurrido en una negligencia profesional.

“A Re/Max Urbe le reclamamos la indemnización porque creemos que como profesionales inmobiliarios debieron tomar medidas de vigilancia y comprobación de los bienes que estaban ofertando, no por tener parte activa en la estafa a sabiendas. Incumplieron su deber ante la golosina enorme de comisiones que podrían recibir. La franquicia levantó la mano de su rigor profesional ante la decena de miles de euros que podría recibir”, explica Eduardo Llanera, abogado de los demandantes a este periódico.

¿Cómo funcionaba el timo? Los estafadores se pusieron en contacto con la franquiciada inmobiliaria, a la que también consiguieron engañar aportando documentación e información falsa de los inmuebles. Después, fue la franquiciada la que avisó a varios clientes de confianza de que disponía de pisos interesantes, por lo general, ubicados en buenas zonas, a precios muy ventajosos.

«Llegué a ellos a través de un amigo personal que me ofreció una oportunidad muy interesante para invertir. La primera vez que fui a la oficina para conocer las características de los inmuebles fue en enero de 2019. Allí me enseñaron las primeras fotos y comencé a interesarme por ellos», explica unos de los estafados a este periódico.

A partir de ahí, y tras varios contactos con la inmobiliaria, llegaron las prisas por firmar. Tal era la premura, que los clientes no tuvieron tiempo para consultar en el Registro de la Propiedad el estado de los pisos, ni pidieron más información sobre los inmuebles, sólo conocían sus características generales.

Oficinas fantasmas 

Y llegó el día de la firma. Los estafadores también simularon tener una oficina en un barrio céntrico de Madrid, pero en realidad eran oficinas fantasmas que abandonaron tras perpetrar la estafa. “Parecía una oficina donde habían entrado a robar. No había nada. Me pudo que era una oportunidad de comprar un inmueble a un precio barato y yo iba convencido porque lo hacía con la inmobiliaria”, explica el mismo afectado. Según su relato, a la firma acudieron varios responsables de la oficina inmobiliaria y el cabecilla de la trama. Allí rubricaron el contrato con el fondo -en el que entregaron el dinero del señal- y también rubricaron otro contrato de comisión con la agencia inmobiliaria. Después, cada uno se fue por su lado. Días más tarde y tras la falta de noticias por parte del fondo Montebral Time Plus S.L, el supuesto propietario de los inmuebles, los afectados se pusieron en contacto con la inmobiliaria para denunciar los hechos.

“El fondo, supuesto propietario de los inmuebles, nunca me dio información del piso y tampoco tuve contacto ni conexión con ellos. Yo le comuniqué a Re/Max Urbe que no me habían dado más información, pero me dijeron que no me preocupara, que ellos se ocuparían».

El afectado cuenta que lo único que la franquicia ha hecho por ellos después de conocerse el timo ha sido asumir los costes de los abogados para interponer una querella criminal contra el fondo estafador. En concreto, los mismos demandantes de Re/Max Urbe -a los que se suma otro afectado-  han presentado una querella criminal contra Montebral Time Plus S.L., que a su vez estaba representada por la entidad Starsburguers S.L. La estafa de Madrid estaría relacionada con otra estafa múltiple ocurrida en Toledo.

Lo último en Economía

Últimas noticias