El BCE suma ya el 37%

Los inversores extranjeros desconfían de Sánchez y venden deuda pública: ya sólo tienen el 42% del total

Pedro Sánchez inversores deuda
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Carlos Ribagorda

Los inversores extranjeros han reducido a mínimos de 2014 su peso en el conjunto de la deuda española. Según los datos publicados por el Tesoro este jueves, en abril -último mes del que se publican cifras- los inversores internacionales redujeron a algo más de 491.000 millones de euros el valor de las letras y obligaciones del Estado que tienen en su poder.

La cifra es inferior en 13.000 millones a la que acumulaban en marzo, lo que implica que los extranjeros tienen el 41,9% del total de la deuda española. Es el porcentaje más bajo desde 2014 -41,2%-y se le acerca el Banco Central Europeo (BCE), que acumula ya a cierre de abril el 34,1% del total -399.000 millones-.

Abril fue el primer mes que el BCE aplicó ya la rebaja de las compras de deuda, que ha acabado definitivamente el 30 de junio. Esa nueva política se ha notado en el resultado final ya que en este mes el total de la deuda en manos del BCE ha subido sólo en 800 millones de euros. Se trata de una cifra inusual desde que el organismo que preside Christine Lagarde inició los programas de compras de deuda de los países miembro. Lo normal desde marzo de 2020 es que el BCE incrementara en unos 6.000 millones de euros al mes su cartera de deuda española. Aún así, sobre el total sigue elevando su cuota hasta el 34,1% de cierre de abril.

La primera consecuencia de este cierre de los programas de compra del BCE es que el tipo de interés que paga España por financiarse sube. Ya están todos los productos de deuda en positivo de nuevo -salvo las letras a 3 meses- tras años en los que los inversores pagaban por comprar deuda nacional. De acuerdo con los datos publicados este jueves, y en este caso sí referidos al mes de junio, el tipo de interés medio de la deuda en circulación ha subido por tercer mes consecutivo hasta rozar ya el 1,6%.

Retirada del BCE

La segunda consecuencia es que al retirarse el BCE alguien tendrá que comprar la deuda nacional. Aunque no hay riesgo de cierre del mercado porque el BCE va a seguir apoyando -ha acordado reinvertir los vencimientos de los productos de deuda de España y de otros países europeos en deuda de los países periféricos para evitar que las primas de riesgo se disparen-, la fiabilidad que desprenda el Gobierno en el exterior es clave.

Y de momento, a falta de los datos de los meses posteriores, en abril los inversores internacionales se han desprendido de 13.000 millones de deuda nacional, lo que apunta a que desconfían de la evolución de la economía nacional. El Gobierno de Pedro Sánchez sigue anunciando aumentos del gasto público -pensiones, funcionarios…-, algo que no casa con las preferencias de los inversores a las puertas de un frenazo económico que podría derivar en una recesión en países claves como Alemania si finalmente Rusia cumple su amenaza y corta el suministro de gas a Europa.

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