Economía

¡Intuición como sentido práctico!

Los depósitos y fondos no dan este año rentabilidades positivas a los ahorradores.
Los depósitos y fondos no dan este año rentabilidades positivas a los ahorradores.

“Escuchar a personas desinformadas es peor que no tener respuestas en absoluto”. Ray Dalio

Como traders profesionales, somos amplios conocedores de la importancia de la psicología en la operativa compleja de mercado. De hecho, es bien conocido que en el mercado de valores hay cierta disparidad de indicadores de sentimiento. Todos ellos, como pueden ser el ratio put/call, los datos de “Intelligent Investors”, la confianza del consumidor, los titulares de prensa o el flujo de efectivo en los fondos de inversión, son utilizados muchas veces para operar a su contra.

Como sabemos, las bolsas hacen sus techos cuando la expansión del crédito llega a su fin. Si el crédito no se usa adecuadamente y su finalidad es la especulación, la economía se sobrecalienta hasta que estalla la burbuja financiera de turno, provocando un “crash financiero” como fuera en 1929, 1987 o 2008. A medida que el ciclo avanza, la rentabilidad de las compañías suele inflarse y los márgenes se amplían.

La mayoría de empresarios comete irresponsabilidades a causa de su ego, puesto que asocian como causante de su éxito su estrategia empresarial y no el ciclo económico. El inversor particular se siente con una total aversión al riesgo y los beneficios marcan récord tras récord, ¿les suena? En este escenario de elevada complacencia, un nuevo mercado bajista ¡está a punto de estallar!

Sin embargo, los mercados alcistas nacen de las peores noticias; los datos son alarmantemente malos, quiebras recientes se han sucedido y el paro crece a pasos agigantados. La prensa mundial abre explicando los problemas que acontecen sobre la ocupación y avistamos tasas del PIB inquietantemente decrecientes. Mientras el ruido de mercado se debate en cuánto se recuperará la economía; ¡un nuevo mercado alcista emerge! Así funciona señores, y este nuevo mercado alcista se considera siempre como un rebote de mercado bajista.

El público general, tras capitular en la última onda de pánico bajista, aprovecha con alivio el poder deshacer sus posiciones para comprar más barato. Tan pronto ha empezado el nuevo mercado alcista, el inversor espera para comprar. Sin embargo, a la primera reacción del nuevo mercado bajista, las noticias siguen siendo pobres y nadie cree férreamente que haya llegado la hora de comprar. Pero, en cuanto se confirma el mercado alcista con una primera formación de máximos y mínimos crecientes, los mercados han podido subir ya un 35% circunstancia que hará creer a la mayoría que llegan tarde. Y vuelta a empezar…

La semana pasada vivimos el efecto adverso, puesto que la reacción de Mr. Market en zona de soportes, ha aliviado a muchos que siguen negando la adversidad bajista, aferrados a la complacencia de la tendencia más alcista de nuestra generación, la cual ya reivindiqué hace unos meses en ésta, mi tribuna de opinión, como ¡la burbuja de la disrupción! Desde entonces, el castigo del mercado ha sido descomunal, y ya no sólo por la significativa corrección del -30% en el NASDAQ100, sino por el estallido de una burbuja que ha provocado entorno al 90% de pérdidas a los inversores más expuestos a la disrupción, siendo el Ark’s ETF de la prestigiosa Cathie Wood el verdadero insignia de la debacle con un -80% de auténtico batacazo desde que marcara sus máximos históricos en una de las tendencias alcistas más dolorosas que se recuerdan y se recordarán. 

Cómo les venía contando, con estos ingredientes las bolsas tratan de retomar las subidas dejando algunas dudas entre la comunidad inversora. ¿Es la divergencia alcista entre la Renta Variable Europea y Americana suficiente argumento para dar por zanjada la hipótesis del mercado bajista?; ¿Pesará más en las cotizaciones la inflación que el fin de las compras de activos?; ¿o estamos en la fase de alivio y esperanza en la antesala de un colapso en el mercado de activos?

Todos estos componentes lógicamente se debaten entre los siempre alcistas y los jinetes del apocalipsis, pero lo cierto es que nadie sabe qué va a suceder, ni siquiera el mercado. Pero les aseguro que lo que sí soy capaz de intuir es que el mercado tratará de retomar el rebote para zanjar como mínimo el debate de la corrección, y luego ya veremos. Desafiar los precios bajo el pretexto de la razón es siempre un error que debe de ser corregido por decisiones en las que prevalezca el sentido común.

Para nada consideraría un pecado buscar posicionamiento en tendencia, en zona de soportes en los niveles que hemos visto la semana pasada, como tampoco es ninguna ironía pensar que el peligro puede darse por capitulado si observamos nuevamente al NASDAQ100 por encima de los 15.000 puntos. Todo lo que se construya alrededor de este supuesto son meras conjeturas y como siempre, alejada del debate oportunista de aquellos que solamente quieren tener la razón de la predicción, me ceñiré a operar aquello que comprendo, incrementando de ese modo nuestra exposición hasta un 85% de capital en busca de un rebote táctico y dejando que el mercado decida lo demás. En definitiva, ese y no otro es mi trabajo.

Créanme cuando les digo que por más que pretendiera buscar la razón a través de la predicción, sé muy bien que en el mercado lo único que importa es cómo gestiono mi ego y mi intuición a través de una sólida gestión del riesgo. Siempre alejada de la multitud, y pensando exclusivamente en mí misma bajo la amplia experiencia de que escuchar a personas desinformadas o interesadas, es mucho peor que no tener en absoluto respuestas, al fin y al cabo no me gusta ir para atrás ni para darme impulso.

Gisela Turazzini, Blackbird Bank Owner Founder CEO.

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