ING desmonta su proyecto tecnológico estrella, que empleaba a 300 personas en España

Caras largas el pasado jueves entre muchos empleados de ING en España, la mayoría trabajando desde sus casas y apenas unos 270 en sus nuevas oficinas en Campo de las Naciones (Madrid). Ese mismo día, el grupo neerlandés publicaba unos resultados donde se notaba con dureza el impacto de la crisis del coronavirus, y anunciaba unos 1.000 recortes por el mundo. Además, el grupo anunciaba que ponía fin a su programa de integración tecnológica ‘Maggie’, que desde hace cuatro años se ha venido desarrollando en la sede de Las Rozas (Madrid).

Es decir, el fin de Maggie es el fin de un proyecto del Grupo ING que se estaba desarrollando en España, y afectará a los 300 empleados que había contratados, y que procedían de 17 nacionalidades distintas. Según fuentes sindicales, «es un golpe muy duro». «Había muchos expatriados trabajando en Madrid que provenían de Países Bajos, de Francia, de Italia… el objetivo del proyecto era unificar las plataformas tecnológicas de varios países y que todos funcionáramos con una sola. Ahora muchos de ellos tendrán que volver a sus países. Y lo que está claro es que se acaba con el proyecto por la situación general económica y no porque no haya conseguido sus resultados».

Habrá despidos aunque no hay previsión de que sean muy numerosos

Las fuentes internas aseguran que ahora se establece un periodo de análisis hasta diciembre, para ver qué puestos pueden estar duplicados y cuáles no de cara a que los empleados de ‘Maggie’ se integren en ING España. Habrá despidos aunque no hay previsión de que sean muy numerosos, aunque se amortizarán puestos. El consejero delegado del grupo Steven van Rijswijk ha anunciado que de los 1.000 despidos que se prevén, 400 corresponderán a banca retail, que es el tipo de banca que ING tiene en España. El anterior CEO de ING Ralph Hamers, que fichó por UBS en febrero de este año, había sido el impulsor de este proyecto que se ha cercenado cuando se ha marchado.

«Para el equipo de España ha sido un palo. Cogimos las riendas del proyecto hace cuatro años porque tecnológicamente tenemos mucho talento y siempre hemos ido por delante, por eso se empezó aquí con ‘Maggie’. Ahora, no podemos parar porque el proyecto va a seguir a aunque sea solo para España. De hecho hasta ahora ‘Maggie’ se desarrollaba en España para Francia, Italia y Chequia y a partir de ahora desarrollaremos sólo para España y cada país hará su propio desarrollo», continúan las fuentes de los empleados.

ING: «Es demasiado pronto para compartir una estimación realista» del impacto en el empleo

Este periódico se ha puesto en contacto con fuentes oficiales de ING, que han asegurado que «estamos realizando un análisis de integración y evaluando un posible impacto y definiendo los próximos pasos pero es demasiado pronto para compartir una estimación realista» sobre cómo afectará en el empleo en España el fin de ‘Maggie’.

Este desarrollo tecnológico, que ha supuesto una importante inversión por parte del grupo, permitió además que en los últimos años la plantilla de ING España aumentara de 1.400 a 1.500 empleados. En 2008, el grupo tenía 800 trabajadores en nuestro país y ha conseguido aumentar su masa laboral en años muy difíciles para las entidades bancarias.

Además de ello, existía un componente de prestigio: los servicios para otros países se estaban lanzando con tecnología hecha en España, como por ejemplo la reciente app para móvil de Chequia, que era prácticamente un calco de la española. 

Integrarse en ING

Así las cosas, y a pesar de que el ERE se descarta para esta división, a los 300 empleados de ‘Maggie’ en España les esperan unas semanas de incertidumbre hasta saber qué ocurrirá con sus puestos de trabajo. Muchos de ellos serán posiblemente integrados en ING España y trabajando en el desarrollo tecnológico desde otra posición. Ya no será desde este programa específico sino desde ING España.

Otros muchos empleados, los extranjeros, se marcharán de vuelta a sus países de origen en buena parte.

Los empleados extranjeros de ‘Maggie’ se marcharán a sus países de origen

Según indican fuentes conocedoras de la situación, la base de la plataforma tecnológica ya estaba en puertas de salir y eso va a continuar en España, por lo que el trabajo no se perderá, aunque hay cierta sensación de que se ha puesto fin al mismo cuando quedaba poco para su conclusión.

Además, desde el sindicato CCOO se señala que ahora los empleados van a ir mucho más apretados respecto a la carga de trabajo, ya que la empresa ha hecho saber a los empleados que el proyecto en sí no se paraliza sino que se deshace la estructura que lo estaba desarrollando para ahorrar costes.

Una sede vacía

El traslado de sede de ING desde Las Rozas, a unos 30 kilómetros de Madrid, hasta unas oficinas dentro de la ciudad, coincidió con el inicio de la pandemia con lo que desde entonces muchos de los empleados están trabajando en remoto. De hecho, solo una pequeña parte de la plantilla, que no llega al 20% de la fuerza laboral, acude a las oficinas en turnos quincenales.