Infraestructuras eco-inteligentes para impulsar la movilidad sostenible
Cada día estamos más cerca de 2030, el año que marcará un antes y un después en la agenda internacional. La comunidad internacional, conformada de gobiernos y organismos internacionales, tendrá que mostrar y demostrar que se ha luchado contra el cambio climático y hemos conseguido reducir la huella de carbono.
Concretamente, en España estamos avanzando en la senda correcta para cuidar del planeta de manera efectiva. Según los últimos datos del informe ‘Los ODS en 100 ciudades españolas’ de la Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS), el 82% de las urbes españolas está a mitad de camino y en una transición progresiva hacia la sostenibilidad gracias a la labor del sector público y privado.
En la misma línea, cabe destacar que, además, son muchas compañías y organizaciones que llevan años interiorizando una estrategia destinada a contribuir a cumplir con los 17 ODS de la ONU, entre los que destaca, el número 13 ‘Acción por el clima’ que posee como objeto el poner fin a la emisión de gases de efecto invernadero y, además, reforzar la capacidad de los países de lidiar con el calentamiento global mediante flujos financieros y nuevos marcos tecnológicos.
El impacto de la crisis sanitaria
Durante la pandemia, cuando el mundo se paralizó por la Covid-19, se estima que las emisiones de dióxido de carbono descendieron alrededor del 6% debido a las restricciones de movimiento, pero esta mejora, apuntan desde la ONU, es algo temporal porque la economía mundial se reactivará y se espera que las emisiones vuelvan a niveles mayores. Por ello, a medida que los países van reconstruyendo su economía, los planes de gobiernos y de empresas es conformar economías más limpias, más sanas y más resilientes que sólo se alcanzarán con planes más verdes.
Una característica, además, que no sólo será importante para un mejor aprovechamiento de los recursos naturales, sino también para que las empresas puedan acceder a financiación verde para movilizar recursos y actividades que contribuyan al impacto positivo sobre el medio ambiente.
Uno de los retos de todas las economías desarrolladas es que la movilidad, que es uno de los elementos que más contribuyen al calentamiento del planeta, sea cada día más sostenible. No se trata esto de un hecho baladí, según el Banco Mundial, al transporte de mercancías y de personas se le atribuye hasta un cuarto del total de las emisiones de CO2; pero, a la vez, es responsable de contribuir al desarrollo económico y social gracias a la industria de las infraestructuras, la automoción híbrida y eléctrica o la tecnología inteligente aplicada al control de tráfico en las autopistas, entre otros.
Apostar, en definitiva, por un modelo de explotación más eficiente, responsable y sostenible apoyándose en la innovación tecnológica.
Más tecnología, más ecoeficiencia
Entre otras iniciativas, los proyectos tecnológicos que llevan a cabo los operadores de infraestructuras a la hora de contabilizar y agilizar el tráfico en las autopistas, así como los destinados al impulso del coche eléctrico a nivel europeo son imprescindibles. En este aspecto, Abertis ha apostado por el telepeaje y el peaje sin barreras, dos gestos que reducen significativamente las emisiones de los coches al no tener que detenerse en la barrera a la hora de hacer los abonos o recoger las tarjetas. Una medida de gestión que, según datos de la compañía, está presente tanto en España como en países internacionales como Chile, Francia, Puerto Rico o Francia.
Con respecto al impulso de los coches autónomos y eléctricos, el sector de las infraestructuras será clave a la hora de acoger la innovación alrededor del sector automovilístico más sostenible. Por ello, se están desarrollando plataformas seguras sobre las que operarán y convivirán de tanto coches eléctricos como conectados y autónomos. Abertis, por ejemplo, en España tiene el proyecto INFRAMIX en la autopista AP-7 a través del cual analizan cómo convivirán en los vehículos autónomos con los más tradicionales en los próximos años.
Además, también debemos tener en cuenta que para alcanzar una movilidad más sostenible, los coches de energías verdes deben tener puntos de recarga para repostar y que el utilitario cuente con mayor autonomía. En este sentido, el Gobierno francés va un paso por delante y ha firmado un acuerdo con varios operadores de autopistas, entre ellos Abertis, para instalar 100.000 puntos más de recarga en todo el país.
Protección de los espacios naturales alrededor de las autopistas
Para cerrar el círculo, además, también resulta primordial que las compañías dedicadas a infraestructuras tengan una responsabilidad adquirida para conservar y proteger los espacios naturales alrededor de las autopistas. En este caso, la Fundación Abertis tiene el Centro UNESCO para las Reservas de la Biosfera Mediterránea, un espacio donde se analiza el conocimiento científico con el fin, entre otras cosas, de la conservación del capital natural alrededor de sus infraestructuras.
Además, ha impulsado diversas iniciativas como la instalación de barreras acústicas sonorreductoras, la reforestación de áreas aledañas a las autopistas o la instalación de pasos fauna y cercados para evitar el atropello de animales.