Los indicadores adelantados del Gobierno confirman la desaceleración de la economía española
Los indicadores adelantados del Ministerio de Economía confirman la desaceleración de la economía nacional, a pesar de la última mejora de las previsiones del Fondo Monetario Internacional y de que la ministra Nadia Calviño ya ha avisado de que mejorará las estimaciones oficiales pese a que el Ejecutivo se encuentra en funciones.
Las cifras que avanzan como evoluciona la coyuntura en los próximos meses muestran que la ralentización es ya una realidad. El Indicador Sintético de Actividad (ISA), que permite ver la evolución del PIB con antelación a tres meses vista con bastante certeza y que sirve a los inversores para realizar decisiones de inversión o de amortización de deuda, se ha ralentizado una décima en el segundo trimestre del año. Ahora crece un 2,3% en términos interanuales frente al 2,4% registrado entre enero y marzo, una décima menos.
Aunque la reducción del ISA es solo de una décima, confirma que la mejora de las previsiones de organismos como el FMI o el Gobierno es solo un espejismo que no permite ocultar que la desaceleración es una realidad en España.
En términos intertrimestrales, el ISA pasó de crecer un 0,7% en el primer trimestre de 2019 a avanzar un 0,6% en el segundo, también una décima menos.
El empeoramiento de la economía se observa principalmente en el Indicador Sintético de Oferta de Construcción (ICSFO), que pasa de avanzar un 0,7% intertrimestral entre enero a marzo a repuntar sólo un 0,2% entre abril y junio (cinco décimas menos). El Indicador de Demanda de Construcción (ISCO) también pasa de crecer un 1,2% en el primer trimestre a repuntar un 0,8% (cuatro décimas menos) y el de vivienda reduce su crecimiento del 1,1% al 0,9% (dos décimas menos).
El Indicador Sintético del Sector Servicios (ISS) también ha pasado de avanzar un 0,9% intertrimestral en el primer cuarto del año a crecer apenas un 0,4% en el segundo, 0,4 puntos porcentuales menos. La desaceleración también se empieza a notar en el Indicador sintético de Exportación (ISX), que pasa de repuntar un 1,4% intertrimestral a hacerlo por debajo del 1% (concretamente un 0,9%).
Pese al optimismo oficial, que recuerda al que se producía antes de la crisis, cuando José Luis Rodríguez Zapatero gobernaba (el presidente en funciones sólo mencionó en una ocasión en su discurso de investidura el riesgo de desaceleración pero quitándole importancia), los datos de paro encendían la alarma en el mercado laboral esta semana: el paro subió en términos desestacionalizados (eliminando los efectos del calendario) en el segundo trimestre un 0,53%, una cifra inquietante si se tiene en cuenta que esto no se produce desde el primer trimestre de 2013, cuando arrancó la recuperación. Es decir, que si se descuenta el efecto de las vacaciones de Semana Santa y el comienzo de la campaña de verano, el paro estaría subiendo en España, según el INE.
Otros indicadores avanzados, como las ventas de las grandes empresas, el indicador de sentimiento económico y el consumo de energía eléctrica también están mostrando síntomas de agotamiento (ver gráfico adjunto).
El Indicador de Sentimiento Económico ha pasado de los 105,2 puntos en el primer trimestre a los 104,8 en el segundo (con datos del mes de junio). El consumo de energía eléctrica, también con datos de junio, muestra una situación aún más inquietante: ha pasado de crecer un 1,8% en 2017, a repuntar apenas un 0,3% en 2018 y a desplomarse un 2,4% en lo que va de 2019. La caída mensual que se registró en junio es del 2,9%, frente al 2,8% de mayo, por lo que el hundimiento del consumo de electricidad, que sirve para ver la fortaleza o la debilidad de las fábricas españolas, sigue aumentando. Las ventas de las grandes empresas ya solo crecen un 1,5% en mayo, frente al avance del 3% registrado en 2018 y del 3,7% de hace dos años.