Impulso a Sacyr en Italia: Meloni eleva en 2.000 millones el coste de la megaobra del Puente de Messina
Nuevo paso adelante para Sacyr en Italia, uno de sus principales mercados en Europa junto a España. La presidenta de Italia, Giorgia Meloni, ha aumentado el presupuesto de la megaobra del Puente de Messina en otros 2.000 millones de euros, lo que eleva el coste total de la infraestructura a 14.000 millones. Sacyr participa en un consorcio de constructoras con casi un 19% del proyecto, que lidera su socio italiano Webuild, antigua Impregilo, con la que realizó la ampliación de la tercera esclusa del Canal de Panamá que ahora amenaza con recuperar Donald Trump.
Hasta ahora, el megaproyecto de Meloni, apoyado fuertemente por el ministro de Infraestructuras, Matteo Salvini, tenía un presupuesto de 12.000 millones de euros, de los que a Sacyr le correspondían unos 2.000 millones en función de su 18,7% de la UTE que hará el puente que unirá Sicilia con la península italiana. Pero el Gobierno acaba de aprobar una remodelación de gastos públicos y ha destinado otros 2.000 millones a esta megaobra.
El puente de Messina tendrá un vano central suspendido de 3,3 kilómetros de longitud y una longitud total de 3,66 kilómetros, incluidos los dos vanos laterales de 183 metros cada uno. Tendrá una anchura de 60,4 metros, con tres carriles de circulación por sentido, dos carriles de servicio y dos vías de ferrocarril. Será uno de los puentes más largos del mundo.
El proyecto ya ha recibido el visto bueno definitivo de Medio Ambiente, después de requerir antes del verano una ampliación de información a la constructora. Ahora sólo falta que, en principio, antes de que acabe el año o en enero de 2025 reciba luz verde total de la Comisión Interministerial de Planificación Económico (Cipess), el organismo público formado por varios ministerios y presidido por Meloni que decide las inversiones en el país.
A partir de ahí, donde se espera que sea un simple trámite porque el Gobierno italiano ya ha dado muestras de estar completamente a favor de la obra, el proyecto pasará a ser ejecutivo, iniciando las operaciones preparatorias para la apertura de las obras. Se espera que las obras puedan comenzar antes del verano.
Como es lógico, el proyecto cuenta con detractores dentro de Sicilia y han organizado manifestaciones en contra de destinar tal cantidad de fondos para una infraestructura que no ven necesaria o porque afectará al medio ambiente. Pero el Gobierno de Meloni y Salvini está decidido a sacar adelante el proyecto, que cuenta con financiación de la Unión Europea.
Para Sacyr será una prueba más de su capacidad de estar en grandes obras a lo largo del mundo. Lideró con Webuild la ampliación del Canal de Panamá, con éxito -al margen de los habituales litigios por sobrecostes que existen en todas las obras-. Y ahora participa en lo que es uno de los grandes contratos a los que optan las constructoras españolas en el exterior.
También para el sector constructor español supone una muestra más de su liderazgo internacional. Constructoras españolas son responsables del diseño, construcción y gestión de la línea de ferrocarril de alta velocidad entre las ciudades santas de La Meca y Medina en Arabia Saudí -que está explotando Renfe- o el Canal de Panamá.