El importante papel de las entidades financieras en la transición hacia un modelo económico más sostenible
La mentalidad verde ha permeabilizado todos los sectores. El compromiso medioambiental ya no es una opción para las compañías, independiente de su tamaño, sino una realidad. Vivimos un momento de compromiso, tanto colectivo como individual o desde el sector público y privado, donde todas las organizaciones se han alineado con las medidas que emanan de las cumbres climáticas, como la recién celebrada en Glasgow, y los objetivos marcados por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.
Ningún sector se aleja del reto verde, por ello, las empresas llevan años trazando una estrategia de sostenibilidad que garantice el cuidado del planeta, el bienestar de los empleados de los proyectos que apoyan o gestionan, así como avanzar hacia un ecosistema económico y social más sostenible en todos los sentidos.
El peso de las finanzas responsables
En este camino, sin duda tienen un papel fundamental las compañías financieras. Éstas, sin duda, deben ser agentes fundamentales en el aumento de la inversión en negocios y proyectos que contribuyan a construir un espacio más sostenible, sobre todo tras la llamada de atención de la naturaleza que nos ha hecho el Covid, tanto a escala social como económica. También, en esta transición hacia una economía más respetuosa, es imprescindible que se creen nuevos productos financieros sostenibles atractivos para los inversores y que, por supuesto, cumplan con la normativa vigente.
En este sentido, Abanca trabaja cada día en alcanzar las metas medioambientales. Este año, la compañía ha lanzado su Plan de Acción de Banca Responsable y Sostenible 2021-2024, un documento que refleja que Abanca ha alineado la sostenibilidad con la estrategia de transformación de la entidad y, además, ha definido un modelo de actuación que la sitúa en el centro de la toma de decisiones.
Esta hoja de ruta de Abanca contempla, entre otros aspectos, el apoyo a la actividad económica sostenible integrando en el modelo de gestión, de negocio y de riesgos los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) y dar la mano a sus clientes en la transición hacia la sostenibilidad.
En esta línea, y con el fin de alcanzar sus metas e impulsar el modelo económico y social que respete el medio ambiente, Abanca trabaja desde hace tiempo en poner en marcha medidas que alivien la crisis climática, impulsar la recuperación socioeconómica a través del fomento de un desarrollo sostenible, y a través de un buen gobierno que se concreta en un modelo de gestión enfocado en las necesidades de los grupos de interés y con especial atención a los nuevos riesgos.
Contra el cambio climático
De acuerdo con su estrategia y su compromiso en la lucha contra el cambio climático, Abanca continuará promoviendo medidas que contribuyan a reducir su consumo energético y los residuos que genera con el fin de mitigar las consecuencias de nuestra huella de carbono y cuidar de la biodiversidad.
De manera interna, se ha puesto la meta de ser una entidad neutra en carbono en 2024 en su operativa interna y alcanzar las cero emisiones atribuibles a la cartera, según los objetivos del Acuerdo de París en 2050. En esta línea, ha comenzado a calcular su huella de carbono y ha establecido objetivos anuales de reducción de sus emisiones.
También posee un Plan Global de Eficiencia Energética en el que se ha aliado con Endesa para cubrir con energía renovable de origen gallego la mayor parte de la demanda de electricidad de la entidad financiera de los próximos diez años. El contrato garantiza a Abanca, por ejemplo, el suministro de energía renovable en condiciones de estabilidad de precios y supondrá la construcción en Galicia de un nuevo parque eólico de Endesa.
La reducción de los residuos generados, su correcta gestión y valorización es otro de los pilares del plan de acción de Abanca. En este momento cuenta con el certificado Residuo Cero de AENOR para sus sedes principales y está previsto que en 2024 este modelo de gestión de los residuos esté implantado en todas sus sedes corporativas.
Redes Vivas: del mar a las canchas deportivas
Cuenta, además, con Redes Vivas, un proyecto que recupera redes de pesca abandonadas en espacios costeros de Galicia para transformarlas en material de uso en los campos deportivos. Lleva a cabo toda la cadena: lo recupera, lo recicla y lo coloca e canchas y campos de clubes patrocinados por Abanca Deporte Base.
La acción, en detalle, tiene un impacto positivo en tres de las líneas estratégicas del banco: sostenibilidad, ya que contribuye al cuidado del medio ambiente y fomenta la economía circular; promoción de la economía local y los sectores productivos, aportando innovación y visibilidad a un oficio tradicional y artesano realizado mayoritariamente por mujeres, y apoyo al deporte, dotando de material a los clubes gallegos.
Hasta el momento se han reciclado 1.384 kilos de redes extraídas de las costas, que se han transformado, gracias al trabajo de las redeiras, en 1.514 m2 de material deportivo. Las nuevas redes han permitido renovar 78 porterías de 39 clubes de las cuatro provincias gallegas.