La Guardia Civil alerta de una estafa a través de las apps de Vinted y Wallapop

Los ciberdelitos y estafas en línea son cada vez más frecuentes, incluso en aplicaciones tan populares como Vinted y Wallapop. Por esta razón, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no solo investigan cada caso, sino que también advierten a la población sobre los peligros asociados con ciertos comportamientos, direcciones o aplicaciones al navegar por la red.

Las aplicaciones en cuestión son plataformas de compraventa de artículos de segunda mano. Aunque estas plataformas en sí mismas no suelen presentar problemas, el uso fraudulento por parte de algunos usuarios puede generar complicaciones tanto para los compradores como para los vendedores.

Estafas en estas en Vinted y Wallapop

Las estafas en estas aplicaciones, que permiten la compra y venta de diversos artículos, como ropa, móviles y otros productos, pueden manifestarse de diversas maneras. Por un lado, hay casos en los que los vendedores envían el artículo vendido, pero el comprador denuncia que no lo ha recibido, quedándose así con el producto y el dinero de la devolución.

Otra táctica común de fraude es la negociación fuera de la plataforma entre comprador y vendedor, con el fin de eludir los gastos de gestión. De esta manera, el estafador busca que la transacción se realice fuera de los mecanismos de seguridad de la plataforma, dejando a la otra parte vulnerable a posibles engaños.

Ante el reciente aumento de intentos de estafa tanto en Wallapop como en Vinted, la Guardia Civil ha emitido una alerta para sensibilizar a la población. En sus recomendaciones, advierten: «Si tienes algún producto a la venta en Wallapop o Vinted y recibes un mensaje de un usuario interesado que te insta a contactar fuera de la plataforma mediante un método externo (como WhatsApp), podría tratarse de un fraude».

Cómo evitar estafas online

Los perpetradores cibernéticos aplican la táctica conocida como ‘publi-phishing’ con el fin de obtener datos personales y financieros de sus objetivos. Esta estrategia implica la utilización de señuelos, como ofertas o promociones, con el propósito de inducir a los usuarios a hacer clic en enlaces maliciosos que les permiten extraer información sensible. En la ciudad de Málaga, se han valido de los precios y descuentos en el transporte público para confundir a los usuarios y llevar a cabo sus engaños.

El phishing, una de las estafas en línea más comunes en la actualidad, implica que los ciberdelincuentes se pongan en contacto con las personas a través de correos electrónicos, mensajes de texto (SMS) o WhatsApp. Utilizan diversas excusas, como cupones de descuento, concursos o bonos de transporte, incluyendo enlaces que redirigen a páginas web falsas. En dichos sitios, se solicitan datos de acceso bancario, facilitando así el robo de información confidencial.

Algunas recomendaciones para detectar este tipo de estafas incluyen verificar cuidadosamente el remitente y la dirección de correo electrónico, desconfiar de posibles errores ortográficos y verificar la autenticidad de la URL al posicionar el ratón sobre el enlace.

Las excusas utilizadas en los correos fraudulentos pueden variar desde amenazas de cancelación de cuentas bancarias hasta mensajes de seguimiento de paquetes no solicitados. Antes de hacer clic en cualquier enlace, se aconseja confirmar la autenticidad de la comunicación mediante una llamada telefónica con la entidad correspondiente.

El «smishing» representa una variante del phishing que se lleva a cabo mediante mensajes de texto. En este caso, los estafadores también se hacen pasar por entidades u organismos, alertando sobre problemas en cuentas bancarias o solicitando información necesaria para la Agencia Tributaria. Es fundamental abstenerse de hacer clic en los enlaces y borrar directamente los mensajes de texto.

La estafa telefónica, conocida como «spoofing», se ejecuta a través de llamadas que simulan provenir de la entidad bancaria. Los estafadores utilizan terminología técnica bancaria y datos personales específicos para generar una falsa sensación de autenticidad. Esta técnica también se implementa mediante SMS o correos electrónicos, destacando por su suplantación de identidad más sofisticada.

En caso de caer en una ciberestafa, se recomienda tomar acciones inmediatas, como contactar con la entidad financiera, cambiar las contraseñas y denunciar el incidente a las autoridades correspondientes.

Es crucial recordar que las instituciones legítimas, como los bancos, nunca solicitan claves o contraseñas a través de métodos empleados por delincuentes digitales.

La importancia de estar alerta ante estas artimañas digitales radica en la diversificación de los métodos fraudulentos. El «smishing» y el «spoofing», variantes del phishing, añaden capas de complejidad al panorama de las estafas en línea. El «smishing» utiliza exclusivamente mensajes de texto para simular urgencias bancarias o solicitudes de información, mientras que el «spoofing» se vale de llamadas telefónicas, a menudo aparentando ser de la entidad financiera, con un nivel de detalle que incluye términos bancarios y datos personales específicos.

Ambas modalidades resaltan la importancia de la vigilancia constante y de la conciencia pública para detectar y evitar estas amenazas cibernéticas. En caso de caer en la trampa, es fundamental actuar con rapidez, informando a la entidad financiera y a las autoridades, y tomando medidas para salvaguardar la seguridad digital. La educación continua sobre estas tácticas fraudulentas se vuelve esencial para construir una defensa robusta en el entorno en línea en constante evolución.