Fusión bancaria

Gortázar vetó que José Sevilla (Bankia) fuera director de auditoria en CaixaBank y forzó su salida

También abandonan el barco los directivos Amalia Blanco, Miguel Crespo y Antonio Ortega

El CEO José Sevilla y otros tres directivos de confianza de Goirigolzarri abandonan Bankia

José Sevilla, CEO de Bankia
José Sevilla, CEO de Bankia
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

José Sevilla, hasta ahora consejero delegado y número dos de José Ignacio Goirigolzarri en Bankia, no seguirá en el banco tras la fusión de CaixaBank en contra de lo anunciado en septiembre. El puesto que en teoría tenía reservado era el de director general de auditoría de la nueva entidad, pero su homónimo en CaixaBank y hombre fuerte de la fusión, Gonzalo Gortázar, vetó este nombramiento, según fuentes conocedoras de la situación. Le ofreció otros puestos que requerían mudarse a Barcelona, razón por la que Sevilla los rechazó. Lo cual ha determinado su salida de la entidad.

No será el único peso pesado de Bankia que abandone el barco tras la fusión. Goirigolzarri, que será presidente de la nueva CaixaBank, también se quedará sin el respaldo de la directora de comunicación y relaciones externas, Amalia Blanco, del director de personas, medios y tecnología, Antonio Ortega, y del secretario general del consejo y único superviviente de la era de Rodrigo RatoMiguel Crespo. Todos ellos alegan que el proyecto en el que se embarcaron ha llegado a su fin y ahora comienza otro nuevo que debe liderar un nuevo equipo.

Sin embargo, en el mundo financiero a nadie se le escapa que estas salidas implican una victoria arrolladora de CaixaBank en la composición de la alta dirección del nuevo banco, pese a que Bankia supone el 26% de sus activos. En especial, la de Sevilla, puesto que, al presentarse oficialmente la fusión que adelantó en exclusiva OKDIARIO, Goirigolzarri dejó claro que su número dos seguiría en el grupo resultante de la fusión y que tendría un puesto «muy relevante», aunque faltaba por definir.

Las fuentes consultadas explican que ese puesto, en teoría, iba a ser la dirección de auditoría interna, puesto que es una de las áreas que se mantienen en poder de Goirigolzarri, junto a la secretaría general y comunicación. Pero Gortázar se negó a concedérselo porque «no quiere a una persona que no sea de CaixaBank en un área tan sensible», según una de las fuentes.

Gortázar sí le habría concedido otros cargos relevantes como director financiero o de costes, siempre según las fuentes. Pero, al depender de él y no de Goirigolzarri, estos puestos obligarían a Sevilla a mudarse a Barcelona, algo a lo que no estaba dispuesto. «Eso era un deal breaker para Sevilla», según otra de las fuentes.

Descartada auditoría, no había más cargos relevantes en Madrid

Ante esta situación, la única alternativa posible era darle otro cargo que dependiera directamente de Goirigolzarri. Pero, descartada el área de auditoría, solo podía ser algo así como director general de presidencia. Y el directivo madrileño considera que sería una posición demasiado irrelevante viniendo de ser consejero delegado, por lo que ha preferido abandonar la entidad.

Otras fuentes de Bankia aseguran que Sevilla no ha dado opción a que se le ofreciera ningún puesto; Goirigolzarri anunció en septiembre de que se quedaría porque estaba seguro de poder convencerle, pero no le han dejado intentarlo.

Tampoco seguirán en el banco los responsables en Bankia de las otras dos áreas que serán responsabilidad de Goirigolzarri tras la fusión: Amalia Blanco, directora de comunicación, y Miguel Crespo, secretario general. Crespo era el directivo más antiguo de la entidad porque se incorporó en abril de 2011 a la ‘vieja Bankia’ presidida por Rato, antes incluso de la salida a bolsa de la entidad. Anteriormente, había abandonado Bankia el director financiero, Leopoldo Alvear, para fichar por Banco Sabadell tras la inesperada salida de Tomás Varela.

Nueva victoria de Fainé

Esta victoria total de CaixaBank en la composición de la alta dirección del banco fusionado se suma a otras conseguidas por el presidente de la Fundación La Caixa (y máximo accionista de la entidad), Isidre Fainé, ante los reguladores, como ha informado OKDIARIO. Así, el BCE le permitió superar el 40% de CaixaBank en solitario para no bajar del 30% en la fusión y mantener así ventajas fiscales; la CNMV le permitió no lanzar opa pese a pasarse de este último porcentaje, y ni siquiera necesitó pedir una dispensa al supervisor del mercado; y Bruselas no examinará la operación pese a que las normas europeas obligan a lanzar un proceso competitivo con publicidad, transparencia y competencia para que el Estado desinvierta.

Goirigolzarri mostró en el consejo celebrado ayer por Bankia su comprensión por la decisión de los cuatro directivos de no formar parte de la nueva CaixaBank, aunque lamentó su salida.  El presidente les agradeció, en su nombre y en el de todo el consejo, el «gran esfuerzo» que han dedicado al banco en los últimos nueve años, no sólo para liderar el reflote y fortalecimiento de Bankia, sino también para que la fusión con CaixaBank se vaya a llevar a cabo.

«No puedo estar más que agradecido al trabajo que han realizado los cuatro, cómo se han dejado la piel por sacar adelante la entidad y cómo han ayudado a cambiar el estado anímico de los profesionales de Bankia, que ha sido la verdadera fuerza que ha permitido situar a Bankia como
el más solvente de entre los grandes bancos españoles».

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