Medios de comunicación

El Gobierno pretende condicionar la oferta de Vivendi sobre Prisa a que mantenga la línea editorial

El Ejecutivo también plantea exigir mantener la españolidad del grupo y el empleo

Los potenciales vendedores son los bancos y los pequeños accionistas, mientras que Amber quiere quedarse con Santillana

La francesa Vivendi pide permiso al Gobierno para llegar hasta el 29,9% de Prisa

Joseph Oughourlian diseña la nueva Prisa: despidos y recortes salariales para ahorrar 30 millones

Prisa mexicanos
Sede de Prisa
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La primera reacción del Gobierno a la petición de la francesa Vivendi de alcanzar el 29,9% del Grupo Prisa ha sido que sólo la aceptaría con varias condiciones: oficialmente, el mantenimiento de la españolidad y del empleo; y extraoficialmente, que se mantenga la línea editorial actual de El País, Cinco Días y la Cadena Ser. Los potenciales vendedores en la operación serían los bancos y los pequeños accionistas. El fondo Amber -que tiene el 29,9% actualmente- tiene intención de mantenerse para, en un futuro, quedarse con la parte de educación (Santillana), mientras Vivendi se haría con el negocio mediático.

Pedro Sánchez tiene muy difícil vetar la operación con el argumento de que Prisa es una empresa estratégica después de haber autorizada la del fondo australiano IFM sobre Naturgy, de un sector mucho más sensible. Así que la salida más honrosa es aprobarla con condiciones, como hizo en el caso de la gasista, aunque todavía no se puede dar por seguro que la decisión final sea esa.

Ahora bien, aparte de las condiciones habituales (españolidad, empleo, etc.), para el Ejecutivo es vital el mantenimiento de la línea editorial; no puede perder el apoyo de su bastión mediático, y menos con las encuestas tan en contra como las tiene ahora. Pero no puede exigirlo públicamente por el escándalo (y la ilegalidad) que supondría, así que será una condición que se imponga por debajo de la mesa, según fuentes conocedoras de la situación.

Los medios de Vivendi en Francia -como Le Figaro- tienen una línea bastante más a la derecha de Emmanuel Macron, de ahí la preocupación de Sánchez. En principio, Vivendi estaría dispuesta a aceptarlo puesto que sabe que es sólo una condición temporal hasta que el PSOE pierda las elecciones, y que, además, no le pueden exigir su cumplimiento al no ser algo oficial.

Dividir Prisa entre Vivendi y Amber

Según otra de las fuentes, la intención del conglomerado francés es tener un gran grupo de comunicación en España. Para ello, pretende quedarse con la división de medios de Prisa, e incluso la vuelta del mismo al negocio de la televisión tras la venta de Cuatro. Además, es dueño de la agencia de publicidad Havas, con lo que obtendría beneficios por los dos lados del negocio de medios de comunicación.

Por su parte, Amber controlaría el negocio de educación, centrado en la editorial Santillana. De ahí que este fondo no tenga intención de reducir su participación actual del 29,9% en el grupo que preside Joseph Oughourlian vendiéndosela a los franceses, siempre según las fuentes.

De hecho, Prisa ya funciona con dos divisiones independientes, aunque bajo el mismo grupo. Por un lado, la de educación, que preside Francisco Cuadrado, y por otro, la de medios, bajo el mando de Carlos Núñez.

Los vendedores potenciales: los pequeños y la banca

Los potenciales vendedores para que Vivendi alcance el 29,9% desde el 9,9% que posee en la actualidad son los pequeños accionistas presentes en el capital de Prisa por los distintos avatares de su accidentada historia, muchos de ellos con las acciones pignoradas. Se trata de los herederos del fundador, Jesús Polanco, que tienen una participación del 7,61% a través de la sociedad Rucandio, los mexicanos Carlos Slim (que posee el 4,3%), Carlos Fernández (4,03%) y Roberto Alcántara (5,02%), o el qatarí Al Thani (5,14%).

«Prisa tiene que volver a ampliar capital, y ninguno de estos accionistas minoritarios quiere o puede poner más dinero», según una de las fuentes. «Será en esa ampliación futura cuando se pueda dividir la empresa en dos como pretenden Amber y Vivendi».

También acudirían los bancos que en su día canjearon (con grandes pérdidas) la deuda de Prisa por acciones: CaixaBank, que mantiene un 1,5%, y Santander, con un 4,15%. Este último tiene una oportunidad para una «salida digna» de una operación, la entrada en el capital de Prisa, que fue muy criticada en su día por algunos de sus grandes accionistas. Y además, no tiene mucho sentido que permanezca en la empresa después de perder la batalla con Telefónica que se saldó con la salida de Javier Monzón de la presidencia en diciembre.

Precisamente, la posición de la operadora es una de las grandes incógnitas de este asunto; la empresa que preside José María Álvarez-Pallete posee actualmente un 9,44% de Prisa.

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