Sánchez a Bruselas: subirá los impuestos en 4.500 millones y gastará 12.700 millones más al año
El Gobierno aprobará una reforma fiscal ya para 2025 que elevará los impuestos un 0,3% del PIB, unos 4.500 millones de euros, e incrementará el gasto en un 3,4% de media en los próximos cuatro años, unos 12.700 millones de euros cada ejercicio. Este es el compromiso del Gobierno con Bruselas para cumplir con las reglas de gasto que impone la Comisión Europea a todos los países miembro para bajar el déficit del 3% y la deuda del 60%.
Así lo refleja el Gobierno en el Plan Fiscal 2025-2028 que ha enviado a Bruselas este martes. El Ejecutivo prepara subidas de impuestos que está negociando con la Comisión y que algunas de ellas ya están confirmadas, como convertir en permanentes los impuestos a la banca y las energéticas.
Además, el Gobierno seguirá elevando el gasto público en los próximos cuatro años en una media del 3,4% anual hasta 2028, y del 3% hasta 2031. Eso implica que cada año el Gobierno tiene calculado que puede gastar 12.700 millones más y cumplir con las reglas de gasto de Bruselas. De esta forma, el Ejecutivo prevé que el déficit esté en el 1,6% a cierre de 2028, apenas la mitad de lo que cerrará en 2024 -la previsión es un 3%-, y la deuda por debajo del 98% del PIB -102,5% en 2024-.
El esfuerzo fiscal que prevé Pedro Sánchez que tendrá que aplicar es de cuatro décimas cada ejercicio, menos de lo calculado por la AIReF y el Banco de España, para cumplir con las reglas fiscales. Sin embargo, si el Gobierno sube los impuestos y aumenta la recaudación tributaria, el incremento del gasto podrá ser superior y el ajuste, no ser necesario.
Y eso es lo que va a suceder. Sánchez ya ha dicho públicamente que el Gobierno tiene margen para subir los impuestos. Quiere igualar la presión fiscal a la media de la Unión Europea y eso significa que puede incrementar la recaudación cuatro puntos de PIB, es decir, unos 60.000 millones de euros. El Gobierno dice que es Bruselas quien obliga a España a igualar la presión fiscal con sus socios europeos.
De momento, Carlos Cuerpo, ministro de Economía, ya ha confirmado que los impuestos a la banca y a las energéticas, temporales en un principio, van a ser permanentes. Han recaudado en dos años casi 3.000 millones de euros y el Ejecutivo no quiere renunciar a esos ingresos pese a que el Banco Central Europeo (BCE) está en contra por el impacto que tiene en las entidades, y las empresas y bancos afectados han acudido a los tribunales.
Además de bancos y energéticas, habrá subida de impuestos para las rentas de capital, las rentas altas y a los vehículos que más contaminen. Todo, ha dicho María Jesús Montero, ministra de Hacienda, porque lo ordena Bruselas. Hay que recordar que la recaudación por impuestos ya va a rozar los el récord de los 300.000 millones este año.
Mientras, el Gobierno calcula que el crecimiento de la economía seguirá en torno al 2% en este periodo. Sin embargo, la reducción del déficit público y la deuda será lenta: del 3% a cierre de 2024 al 1,6% en 2028 y al 0,8% en 2031. El Ejecutivo no quiere ajustar más el gasto para reducir con más rapidez el déficit y la deuda pública, que seguirá por encima del 90% en 2031.