La falta de ayudas de Sánchez pone en inferioridad a los bancos españoles en los test de estrés
Los test de estrés de la EBA (Autoridad Bancaria Europea), cuyos resultados se conocen este viernes, penalizan a los bancos españoles porque el Gobierno ha concedido muchas menos ayudas a las empresas que los países de nuestro entorno. En todo caso, se espera que este ejercicio tenga un impacto asumible por el capital de todas las entidades.
Fuentes del sector explican que «el punto de partida de los test es diferente para cada país. Y como en España ha habido muchas menos ayudas para las empresas endeudadas, el escenario macroeconómico es mucho peor que para los demás países, lo que se traducirá en unos peores resultados de los bancos españoles».
Como es sabido, en España apenas ha habido ayudas directas para las empresas golpeadas por la pandemia. La medida estrella fue el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas de la SEPI, dotado con hasta 10.000 millones, pero solo ha rescatado cinco empresas en un año y vive un conflicto entre la presidenta y los técnicos por el escándalo de Plus Ultra. Además, se ha aprobado un fondo de 7.000 millones para que lo repartan las comunidades autónomas, del que nadie ha recibido un euro, y otro de 1.000 para pymes y autónomos que tampoco está en marcha.
En contraste con esta cicatería en España, otros países han repartido subvenciones mucho más cuantiosas, hasta llegar al caso de Alemania, que ha cubierto el 70% de la caída de facturación respecto a 2019 en algunos sectores. Aquí, las medidas más eficaces para sobrevivir al covid no han sido ayudas, sino los ERTE y los créditos avalados por el ICO.
Debido a esta diferencia, habrá un agravio comparativo para la banca española en los test de estrés sin que las entidades hayan hecho nada para merecerlo. Lo cual tiene al sector bastante enfadado, según las fuentes consultadas.
El BCE usa los resultados para imponer requisitos
Estos test son un ejercicio teórico de resistencia de los bancos en un escenario hipotético muy negativo (estresado), en los que se trata de ver cuánto capital perdería cada uno si dicho escenario económico se llegara a producir.
Se espera que todos los bancos españoles tengan exceso de capital suficiente para absorber ese hipotético shock. No obstante, este ejercicio será utilizado por el BCE para calcular los requisitos de solvencia ‘extraoficiales’ que exige a las entidades, lo que se conoce como P2G (Pillar 2 Guidance). Un requisito que será más alto en el caso español que en el de otros países.
Lo habitual suele ser que Sabadell sea el que sufra un mayor impacto en su capital que Santander y BBVA. Este año no se ha sometido al ejercicio a CaixaBank y Bankia por encontrarse en proceso de fusión, y ha entrado en su lugar Bankinter, que se espera que obtenga los mejores resultados.