Los extranjeros huyen de la Bolsa y la deuda nacional y los españoles sacan 11.500 millones fuera
Países Bajos e Irlanda han sido los dos Estados a los que más dinero español ha llegado, gracias a su fiscalidad ventajosa. Por otra parte, al contrario que en los años anteriores, las actividades financieras apenas recibieron 1.600 millones de euros, un 93,9% menos.
Los datos del Banco de España publicados esta semana sobre inversión extranjera directa en el país y sobre las inversiones de los españoles en el exterior dibujan un panorama complicado en el pasado año 2019. La inversión en actividades financieras en España -Bolsa, fondos y deuda principalmente- se esfumó al ser un 93,9% menos que el año anterior, pasando de 26.000 millones de euros a 1.600. Mientras tanto, la salida de dinero del país, sin embargo, sí que se mantuvo con una inversión directa de españoles de 11.000 millones de euros.
Según la entidad presidida por Pablo Hernández de Cos, en un informe publicado este martes, en 2019 se dio una «fuerte contracción de los flujos recibidos por las actividades financieras, habitualmente uno de los principales destinos, que en 2019 ha concentrado la mayor parte de la caída observada en la inversión extranjera».
Países Bajos e Irlanda han sido los Estados que más dinero español ha recibido, siendo los principales receptores de los 11.500 millones que se sacaron fuera
Con respecto a la salida de fondos, estos fueron principalmente, según el BdE, «Países Bajos e Irlanda», dos Estados con fiscalidad ventajosa dentro de la Unión Europea, lo que demuestra que la inversión financiera española se está yendo a vehículos en zonas de baja carga impositiva en un entorno en el que hay mucho ruido sobre impuestos al capital en España.
«No hay duda de que España en el año 2019 no ha sido un mercado atractivo para invertir, sino más bien que no ha habido oportunidades de inversión». Esta bajada está totalmente relacionada por la bajada de volumen de negociación de la Bolsa el año pasado», ha dicho a OKDIARIO el economista Javier Santacruz, que incide en que «lo más preocupante es que normalmente cuando hay un gran flujo de entrada de capitales, también lo hay de salida, como demuestra la propia gráfica. Sin embargo, aquí hemos visto que no ha habido entrada en inversión financiera en España pero se ha mantenido igual la salida de fondos al exterior, que llega a 11.000 millones, y que está relacionada seguramente con la creación de vehículos financieros en Luxemburgo, Irlanda, Países Bajos y otras jurisdicciones más ventajosas fiscalmente, donde también se llevan fondos de pensiones».
En este cuadro podemos ver la diferencia entre las entradas y salidas en compra de productos financieros, siendo la barra de color azul claro.
El economista Lorenzo Bernaldo de Quirós, presidente de Freemarket Corporative Intelligence, asegura que «la caída de la inversión en 2019 se debe a una marcha atrás de los inversores ante las expectativas de política económica que tiene España. Esa dinámica es la que ha causado la caída de la inversión del año 2019, aún antes de la pandemia. Nos hemos convertido en un sitio cada vez menos atractivo para extranjeros».
El año pasado fue complicado para España a nivel de mercados, a pesar de que no había llegado todavía la pandemia del coronavirus. El país celebró dos elecciones generales (en abril y en noviembre) y durante todo el año estuvieron cotizando al alza las posibilidades de un Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos que luego ha cristalizado. Además, el Ejecutivo presentó una batería de propuestas fiscales, asociadas a la aprobación de Presupuestos Generales del Estado, en las que se introducían impuestos como el impuesto de transacciones financieras (conocido popularmente como Tasa Tobin), además del impuesto al diésel, mientras que se coqueteaba con la posibilidad del impuesto a la banca.
Vocación de permanencia
Hay que tener en cuenta que la inversión extranjera directa (IED) en términos del Banco de España supone compras de productos financieros por encima del 10% de su valor y que tienen vocación de permanencia. Lo que no es inversión directa, se llama inversión en cartera. Según Santacruz, «si metiésemos la inversión en cartera y el movimiento de reservas del Banco de España junto a otros instrumentos, nos respaldaría aún mas lo que estamos diciendo: 2019 fue año muerto. No hubo nada de interés en la Bolsa española y a la que se pudieron, los extranjeros se marcharon».
Además, este principio de año parece llevar una evolución similar. OKDIARIO ya informó de que fondos y gestoras preparan vehículos para llevar el capital a legislaciones como Luxemburgo. Bankinter ya lo anunció en enero para las sicavs mientras que Mapfre se lo ha comunicado a inversores recientemente. Por ello, es muy posible que cuando haya datos adelantados de 2020, la tendencia a salida de capitales desacompasada con la entrada de los mismos, se acelere.