Los españoles no pueden acceder a las placas solares: o 4 meses de sueldo o un interés superior al 6%
Los españoles tienen serias dificultades si quieres instalar placas solares en sus hogares


Los españoles tienen serias dificultades si quieres instalar placas solares en sus hogares para autoconsumo, pues su coste es elevado y ni el mercado ni el Estado ofrecen facilidades para ello. En concreto, una persona necesita dedicar cuatro meses de sueldo para disfrutar de energía fotovoltaica en su casa, algo que no amortizará hasta seis años después. Por su parte, si prefiere pedir un préstamo, el interés final (TAE) asciende a más del 6%.
Un informe elaborado por la Asociación Liberal de Estudiantes y recogido por OKDIARIO desvela que «el coste de una instalación doméstica en España oscila entre 6.000 y 7.000 euros». Según los datos ofrecidos por Abanca, el salario medio bruto español en 2024 fue de 2.273,0 euros brutos al mes (unos 2.055,79 euros netos).
Siendo así, un español medio necesitaría ahorrar hasta cuatro meses completos de sueldo para poder instalar placas solares en su hogar. Si lo consigue, no recuperaría lo invertido hasta más de un lustro después: «El plazo de amortización suele superar los seis años».
Aquellos que decidan pedir un préstamo tienen también sus dificultades. El estudio de la organización señala que «el precio del crédito es muy elevado», y pone como ejemplo el que «ofrece Banco Santander», el cual tiene un TAE del 6,11%.
Coste de tener placas solares
Ahora, si el interesado consigue el dinero suficiente e instala unas placas solares en su hogar, los problemas no acaban. Si quiere «comercializar los excedentes energéticos», existen «una serie de requisitos impuestos por el Gobierno, que desincentivan esta práctica».
«En particular, el sistema fiscal actual considera la venta de excedentes como una actividad económica recurrente, lo que implica el pago de impuestos. En 2025, la cuota mínima de autónomos en España es de 200 euros, lo que hace que aquellos que no generen más de esa cantidad en excedentes queden fuera del mercado», explica el informe.
Además, el impuesto sobre el valor añadido (IVA) «pagado en la instalación no es deducible para el usuario que no tenga una empresa, lo que incrementa el coste total en un 21%, un sobrecoste que el consumidor no recupera». Tras todo lo anterior, las familias que tengan placas deben de hacerse cargo de «todos los gastos asociados a la instalación (seguros, mantenimiento, reposición de materiales)».
No obstante, la organización propone un modelo que puede ayudar a sortear estas circunstancias: «Una posible solución a los problemas mencionados es crear instalaciones de mayor tamaño que las domésticas, gestionadas por sociedades participadas por los propios usuarios. De este modo, los cooperativistas pueden obtener energía de manera gratuita de sus propias instalaciones, y es la sociedad quien se encarga de vender los excedentes».
«Al final del año, los socios pueden cobrar una parte de los beneficios generados por la sociedad. Aunque estos beneficios no sean íntegros debido a la retención del 19% de IRPF, esta opción permite que los excedentes no se queden completamente en manos de Red Eléctrica de España», propone la asociación.
Muchos españoles están considerando implementar este tipo de instalaciones en sus hogares, sobre todo, tras el gran apagón que dejó a España sin luz durante alrededor de 12 horas la pasada semana. Sin embargo, el Ejecutivo de Sánchez sigue sin dar las facilidades para dar accesibilidad a este tipo de fuentes de energía.