España pierde poder empresarial
Los dos grandes imperios del juego español están ahora en manos de fondos de inversión extranjeros; las dos grandes familias españolas del cava han vendido su negocio a compañías foráneas; DS Smith ha comprado Europac, Abertis está participada mayoritariamente por italianos; Ferrovial estudia la venta de su división de Servicios, como hizo OHL con la de Concesiones... España, pasada la fiebre compradora que endeudó hasta la asfixia a muchas empresas, pierde poder empresarial.
La crisis económica ha golpeado duramente a las empresas españolas, que han ido perdiendo posiciones a nivel mundial. El Ránking Global 500 de Fortune, que elabora esta prestigiosa revista, es un buen termómetro. En la lista de este año hay nueve empresas españolas frente a las doce que había en 2009.
La primera empresa española en ese ránking era el Santander, en el puesto 35. En la última lista el banco que ahora preside Ana Botín ha pasado al puesto 77. Telefónica, la segunda nacional, ocupaba el lugar 66 de las 500 compañías más importantes del mundo. En la lista de 2018 ha caído al puesto 164. La tercera, Repsol YPF, ya solo Repsol, ha pasado del puesto 76 al 262 actual.
El Ránking Forbes de las 2000 empresas más grandes del mundo, realizado por la revista Forbes, es otro buen termómetro. En la lista del año 2009 el Santander era la primera empresa española y la novena del mundo. En la de este año ocupa el puesto 31. En 2009 había un total de 33 empresas españolas entre las 2.000 mejores. Ahora hay 25.
‘Se vende’
Son solo dos ejemplos. Pero la mayor prueba son las constantes noticias de negocios tradicionales españoles que se venden a inversores extranjeros. Solo este año Manuel Lao, fundador de Cirsa, líder español del juego, ha vendido la compañía al fondo Blackstone por lo que este sector ya está en manos de los fondos oportunistas después de que Silver Point tomara el control de Codere, la otra grande del sector.
La alemana Henkell ha comprado por 440 millones de euros la mayoría de Freixenet y el fondo Carlyle ha hecho lo propio con la otra gran empresa del sector del cava, Codorníu. La británica DS Smith ha comprado Europac, Europcar se ha hecho con Goldcar, Abertis ha pasado a manos italianas -con ACS-… La lista es interminable.
OHL ha adelgazado vendiendo la división de Concesiones mientras Ferrovial ha puesto a la venta la división de Servicios por el mismo motivo, la deuda. Telefónica, la gran compañía española junto a Repsol al margen de los bancos, busca la manera de vender Centroamérica, México o Reino Unido para reducir deuda.
Lejos quedan los tiempos en que las empresas española protagonizaban a diario alguna compra internacional. Telefónica compró O2 en 2006 por 26.000 millones de euros, la mayor de una compañía española en el extranjero. Ese mismo año, la propia Ferrovial compró el operador de los principales aeropuertos británicos por 14.500 millones; e Iberdrola lanzó una OPA por Scottish Power por valor de 18.000 millones. Solo en el año 2006, empresas españolas lideraron 493 operaciones de compra en el exterior por valor de 113.149 millones de euros. Todo eso queda muy lejos.