España es una potencia mundial en fabricación de coches eléctricos
La filosofía ecologista cada vez más extendida entre los países occidentales pero también, las limitaciones al uso de motorizaciones tradicionales por la contaminación galopante provocará un auge de los coches eléctricos.
Así se lo han manifestado a OK diario fuentes del sector y la patronal Anfac que pide al Gobierno ayudas fiscales, incentivos a la compra, políticas de movilidad urbana pero sobre todo un plan transversal para potenciar las infraestructuras de recarga.
Las motorizaciones verdes ofrecen un nuevo modelo productivo
España es una auténtica potencia mundial en la fabricación de vehículos eléctricos y líder europeo con casi 29.000 unidades fabricadas hasta la fecha. En nuestra piel de toro se construyen para todo el mundo el Renault Twizy, la Citroen Berlingo eléctrica, la Peugeot Partner eléctrica, la Mercedes Vito eléctrica, el Nissan Evalia y el Ford Mondeo Hybrid, que es un coche híbrido.
En 2014 en nuestro país, la producción de vehículos eléctricos superó el 215% con respecto a un año antes y la matriculación de vehículos eléctricos en España superó en 2014 un 170% las cifras del pasado ejercicio. Con todo, sólo el 4% de la producción se destina al mercado español.
Los analistas apuntan a que de una forma lenta pero constante las ventas se irán incrementando año a año, sin olvidar el mercado de la propulsión de gas con 8 modelos que se fabrican también en España siendo el único país del mundo que cuenta con una oferta de fabricación «verde» tan variada.
Los vehículos eléctricos serán una pieza fundamental en la reindustrialización de España pues impactan sobre las infraestructuras de recarga y porque sobre esta base se puede crecer en un sector en el que desempeñarán un papel estratégico motorizaciones como las de gas licuado, gas natural, vehículos híbridos alimentados por baterías y coches eléctricos que en un futuro no muy lejano se desplazarán incluso con pilas de combustible de hidrógeno.
Si a ello le sumamos las cada vez más amplias restricciones que habrá en las grandes ciudades del mundo en contra de los motores de gasoleo y gasolina, se observa que será un vector de crecimiento para una España que busca sectores que cambien su modelo productivo.