Economía

La España empobrecida de Sánchez: el índice de miseria es un 30% superior al de Italia o Portugal

inflación España
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.

Pedro Sánchez no tiene nada de los que presumir. Las altas tasas de inflación de los últimos meses, sumadas a las perspectivas negativas del empleo en nuestro país, han disparado el índice de miseria de España, que es un 30% superior al de otros como Italia y Portugal, pese a que la espiral inflacionista y los problemas en materia laboral acechan a toda Europa. Un nuevo dato que muestra como la mala gestión del Gobierno y las ineficaces medidas que ha acometido en los últimos meses no han frenado la pérdida de poder adquisitivo de los españoles.

Este índice pone de manifiesto el deterioro de la clase media y baja, es decir, la que depende mayoritariamente de las rentas del trabajo, se calcula al sumar la ratio de desempleo y la inflación medida a través del IPC. Su interpretación es que cuanto más alto sea la ratio y especialmente comparándolo con otros países, mayor será el deterioro o creación de miseria sobre los trabajadores en este país.

Los últimos datos de Bloomberg que recogen índice de miseria -actualizados a 7 de agosto- ponen de manifiesto cómo las erráticas políticas de Sánchez para frenar la inflación y la lenta recuperación de empleo, ligada sobre todo al sector servicios, hacen que los españoles sean más pobres que los ciudadanos de los países de nuestro entorno. De esta forma, mientras en Italia y Portugal -países con condiciones similares al nuestro- han alcanzado el 16,02% y el 15,2%, respectivamente. Un dato que va en línea con la media de la Unión Europea y de la eurozona, que ronda el 15,5%, pero que se mantiene lejos de la tasa de miseria registrada en España, que se dispara hasta el 23,4%.

Inflación

Un nuevo récord de Sánchez que se explica por dos factores: la inflación y el empleo. Empecemos por la inflación. El pasado mes de julio, el Índice de Precios al Consumo (IPC) alcanzó el 10,8%, registrando máximos desde 1984. Una cifra que no ha parado de aumentar en lo que va de año y que se ha ido superando mes tras mes, a la par que la inflación subyacente -aquella que no computa ni alimentos ni energía- que se ha disparado al 6,1% en el séptimo mes del año.

Una cifra que preocupa a los economistas porque la mitad ya se debe a problemas estructurales de la economía y no coyunturales, como vende el Gobierno de Pedro Sánchez, que continúa culpando a «la guerra de Putin» de la inflación desbocada en España. Así lo ha explicado el presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas (CGE), Antonio Pedraza, en conversaciones con este diario, que ha señalado que «entre un 4% y 5% del total del Índice de Precios al Consumo (IPC) se trata ya de un problema estructural de la economía y no coyuntural, esto es que no se debe al contexto generado por el impacto de la invasión rusa de Ucrania, y es lo que está provocando que la inflación esté registrando tasas mayores en España que en el resto de Europa».

Tasa de paro

Otro de los factores que determina este índice de miseria en España es el empleo. El consenso del Panel de Funcas proyecta una tasa de paro en diciembre del 13,5%, mientras que el Gobierno estima que cerrará el año en el 12,8%. De este modo, Moncloa reconoce que subirá desde los niveles actuales y los datos de Bruselas señalan que la tasa de desempleo actual es del 12,6%, la más alta de toda la zona del euro.

Dentro del consenso de Funcas hay nombres de alta importancia para la economía española que son más pesimistas que la media. Tal es el caso de la banca. Banco Santander cree que el paro al cierre de año será del 13,5% y BBVA y CaixaBank lo ven en el 13%. Empresas de referencia en el país, como Repsol, han proyectado una tasa de desempleo del 13,6%. La Cámara de Comercio de España lo lleva al 13,9% y el Instituto de Estudios Económicos (IEE) lo amplía hasta el 14,1%.

Trabajo se agarra a que en España hay 20,47 millones de ocupados, la cifra más alta desde 2008, mientras que es la primera vez, también desde ese mismo año, que el número de parados está por debajo de los tres millones. Pero los datos de la EPA esconden otra realidad: la creación de empleo se concentra en el turismo y en las islas por el periodo vacacional. Los expertos aseguran que una vez desaparezca el «efecto verano» aflorarán las caídas de consumo, se fomentará el ahorro frente al gasto en los hogares y llegarán los despidos con una ralentización de la economía que acabará con España en recesión antes de diciembre. Instituciones como el Consejo General de Economistas o firmas de inversión como AXA han sido las últimas en confirmar una recesión antes de que acabe 2022.

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