Escrivá provoca una guerra civil en la cúpula del Banco de España con sus últimos nombramientos

Los últimos nombramientos de José Luis Escrivá en el Banco de España, lejos de calmar las aguas, han provocado una guerra civil en la cúpula del organismo. Una vez más, la derrotada ha sido la directora general de Supervisión, Mercedes Olano, pero el gobernador se resiste a destituirla.

Estos nombramientos, incluyendo el de la mujer de Alberto Nadal -Eva Valle- pretendían tapar los agujeros que habían generado en la cúpula las recientes dimisiones y fichajes, como el de Paloma Marín como vicepresidenta de la CNMV. Y entre esos fichajes debía cubrirse el de la dirección general adjunta de Supervisión, el número dos del departamento por la próxima jubilación de Francisco Monzón.

Como adelantó OKDIARIO, Escrivá pretendía situar en ese puesto a Pedro Comín, con vistas a que posteriormente sustituyera a Olano como director general. Sin embargo, fuentes conocedoras de la situación explican que Comín rechazó la oferta de Escrivá porque lo pasó muy mal cuando fue imputado por el caso Bankia y no quiere arriesgarse a volver a pasar por una situación similar.

Este revés fue aprovechado inmediatamente por Olano para intentar afianzarse dada su precaria situación, y presentó como candidato a la dirección general adjunta a alguien con pocas posibilidades de sucederla al frente de Supervisión: Javier del Río (jefe de un departamento de esa dirección general).

Sin embargo, le plantó cara Mayte Ledo, la recién nombrada directora general de Estrategia, Personas y Datos, siempre según las fuentes. Ledo, quien fue número dos de Escrivá en el Ministerio de Transición Digital, lanzó una contrapropuesta a Javier del Río en la persona de Susana Camiñas, también responsable de otro departamento dentro de Supervisión. Y finalmente Camiñas ha sido la elegida como directora general adjunta.

Estupor

Esta guerra civil entre direcciones generales ha causado gran estupor dentro del Banco de España: «Se interpreta que quien planta cara a Olano es el propio Escrivá, porque Ledo acaba de llegar y no conoce el Banco de España. No tiene ningún sentido que se enfrente a otra directora general y menos para imponerle quién debe ser su número dos», sostiene una de las fuentes.

«Si eres el gobernador, acabas de llegar y te quieres quitar de encima a Olano, la destituyes y ya está. El gobernador tiene derecho a nombrar a su equipo, lo que es absurdo es provocar un conflicto entre dos directores generales y que una recién llegada se imponga. Y Olano también tiene derecho a nombrar su equipo si no la echan, no a que se lo impongan», según otra de las fuentes.

La pregunta entonces es por qué Escrivá no destituye directamente a Olano. Como ha venido informando OKDIARIO, el gobernador se ha enfrentado recientemente a la cúpula de este departamento, incluso ridiculizándola en público. Algo que ha motivado que la citada Olano sondee a PwC para buscar un puesto si finalmente acaba saliendo del Banco de España.

Algunas voces sostienen que Olano es amiga de la subgobernadora, Soledad Núñez, y que Escrivá no quiere conflictos con su número dos. Pero tampoco está dispuesto a renunciar a tener bajo su mando a Supervisión, la dirección general más importante del Banco de España, y a adoptar un sistema similar al que tenían Pablo Hernández de Cos (que llevaba estudios y estadística) y Margarita Delgado (supervisión).