Escrivá culpa a los propietarios en el primer informe ‘independiente’ del Banco de España sobre el alquiler
El primer informe en teoría independiente del Banco de España sobre el alquiler de vivienda bajo el mandato de José Luis Escrivá culpa principalmente a los propietarios de la subida de los precios por su falta de inversión y su preferencia por el alquiler vacacional. Asimismo, no hace ninguna referencia a la inseguridad jurídica ni a la okupación.
El estudio sostiene que la subida de precios observada es «el resultado de un crecimiento de la demanda superior al de la oferta, que aumenta a un ritmo insuficiente». Y a la hora de analizar las causas de esa situación, estima que el «aumento de la oferta se ha visto limitado ante el auge de usos alternativos de la vivienda (alquileres turísticos, de habitaciones y de temporada), el reducido parque de alquiler social y el escaso dinamismo de la inversión del sector privado institucional en el mercado del alquiler residencial».
El informe, elaborado por Dmitry Khametshin, David López Rodríguez y Luis Pérez García, no hace ninguna referencia a la inseguridad jurídica, uno de los principales factores que restringen la oferta de alquiler residencial por la dificultad para desahuciar a los inquilinos que dejan de pagar la renta (inquiokupas) o que directamente okupan las viviendas.
Es más, apoya la intervención gubernamental en el mercado del alquiler, en línea con los últimos anuncios realizados por el Ejecutivo: «Un elevado esfuerzo asociado al alquiler de vivienda puede dar lugar a efectos económicos y sociales adversos que justifican la intervención pública. En particular, estos significativos esfuerzos dificultan la emancipación de los jóvenes y su capacidad de acumulación de capital humano, disminuyen la movilidad geográfica de los trabajadores, y dan lugar a situaciones tanto de sobresfuerzo y consumo restringido como de pobreza y exclusión social entre los hogares con menores ingresos».
Critica el bono de alquiler
No obstante, el organismo que gobierna José Luis Escrivá también advierte de las posibles consecuencias negativas de medidas como el bono de alquiler joven aprobado por el Gobierno: «En un contexto de oferta rígida, el diseño de las políticas públicas debiera evitar que algunas iniciativas, cuya efectividad pudiera ser relativamente limitada para la protección de la demanda en el corto plazo, acaben generando efectos indeseados significativos que dificulten el funcionamiento del mercado del alquiler a medio y largo plazo».
Por ello, propone otra serie de medidas desde los poderes públicos, como » continuar avanzando en el incremento del parque de vivienda pública en alquiler a precios asequibles y en el diseño de un marco regulatorio que estimule la oferta de alquiler residencial por parte de los particulares y de agentes profesionalizados».
«Además, la asignación de los recursos pudiera priorizar actuaciones sobre los colectivos más vulnerables y considerar otros ámbitos que afectan al mercado de la vivienda, como los relativos al funcionamiento del mercado de trabajo, al dinamismo de la productividad de la economía y a las políticas tributarias y de transporte», añade el Banco de España.
En general, la conclusión de este primer informe sectorial bajo el mandato de Escrivá es que «esta rigidez relativa de la oferta de alquiler de vivienda habría resultado en un crecimiento de los precios del alquiler que, en promedio, se situaría por encima del aumento de la renta de los hogares arrendatarios. A su vez, el crecimiento de la renta de estos hogares estaría condicionado por la situación laboral de los mismos y se vería limitado por el escaso dinamismo de la productividad de la economía».
«Estas dinámicas han dado lugar a un incremento del esfuerzo asociado a la residencia en una vivienda de alquiler, en relación con la renta de los hogares, que se concentra en las principales áreas urbanas y turísticas y entre los hogares con menores ingresos», concluye.