Las empresas advierten: el ‘hachazo’ al gas de la CNMC perjudicará al consumidor final
Los borradores de Circulares que ha planteado la Comisión Nacional de Mercados y de la Competencia (CNMC) proponiendo un recorte en la retribución del sector gasista no generarán prácticamente ningún ahorro para el consumidor español.
De hecho, les podría perjudicar porque la polémica medida dificultará que el gas natural llegue a más hogares de los españoles, por la paralización de las inversiones por parte de las compañías, que se enfrentan a la inseguridad jurídica que ha puesto sobre la mesa José María Marín Quemada, el presidente del regulador.
Según un informe del sector al que ha tenido acceso OKDIARIO, el potencial recorte en la retribución comienza de forma gradual a partir del año 2021. Es decir, que los consumidores no se percatarán de ningún ahorro en el corto plazo.
Según fuentes empresariales, para un consumidor doméstico medio, una variación del coste de la distribución de un 1% al alza o a la baja supone un 0,1% de variación en los costes que van a la factura, por lo que el impacto de la medida de Marín Quemada será mínimo.
A esto se suma que, frente a los 8 millones de viviendas que tienen gas, existen todavía 17 millones de viviendas que no tienen acceso, de las cuales, hay 8 millones que consumen butano y se estima que el número de salas de calderas comunitarias de carbón o gasóleo aún superan las 20.000 en todo el país.
Es decir, que si se paralizan las inversiones para extender las redes de distribución y, por lo tanto, aumentar la penetración en los hogares, los perjudicados serán los consumidores.
Las diferencias entre los precios del butano y del gas natural son prácticamente nulas pero los costes indirectos son mayores en el caso de tener que comprar la bombona, porque obliga a desplazarse, ocupa más espacio, hay que vigilar más la seguridad…
Si se compara el gas natural con el gasoil la diferencia es, no obstante, mucho mayor. El ahorro de recurrir al gas puede ser de entorno a 300 euros anuales en una vivienda de unos 100 metros que consuma combustible para calefacción y agua sanitaria.
La pobre penetración del gas en España se puede observar mejor si se compara la red con la de otros países comparables. Por ejemplo, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia tienen una red de gas natural de 200.000 kilómetros de longitud y en todos ellos la penetración del gas natural supera el 40%. En cambio, en España la implantación ronda apenas el 30%, diez puntos menos, y la red es tan solo de 80.000 metros cuadrados.
A pesar de que estos datos hablan por si solos, el hachazo que planea la CNMC ha paralizado las inversiones por parte de las gasistas y pone en riesgo miles de puestos de trabajo. Según las patronales del sector la medida en la que se ha empecinado al final de su mandato José María Marín Quemada evitará que se creen hasta 20.000 puestos de trabajo en el medio y largo plazo.