La empresa de bebidas isotónicas de Piqué y Puyol lleva cuatro años ocultando sus cuentas
La familia Boix Bosch, propietarios de Noel Alimentaria, se alió en 2016 con Gerard Piqué y Carles Puyol para lanzar al mercado la que, según aseguraban, se trataba de la primera bebida isotónica producida con ingredientes 100% naturales. El objetivo, decían, pasaba por facturar un millón de euros en 2017; sin embargo, nadie puede saber lo que ingresan puesto que 426 Miles, denominación de la empresa, lleva sin registrar sus cuentas desde el año de su fundación: es decir, se desconocen las cifras de los años 2016, 2017, 2018 y el actual, 2019.
Las cuentas anuales las presentan las sociedades mercantiles, y son los administradores quienes, en un plazo máximo de tres meses a partir del cierre, están obligados realizarlas e inscribirlas. Estas cuentas, según fuentes jurídicas, se presentan en el Registro Mercantil, bien en formato papel o digital.
En caso de que una determinada empresa, como la de las bebidas isotónicas de Piqué, no presenten las cuentas, el artículo 221 de La Ley de Sociedades establece que la Administración pueda abrir un procedimiento sancionador contra dicha sociedad. A fin de cuentas, explican las fuentes consultadas, los resultados de una sociedad son el reflejo de la imagen de la empresa como requisito para el ejercicio de derecho y acciones. De este modo, 426 Miles se enfrenta a sanciones que pueden rondar desde los 1.200 euros hasta 60.000 euros.
Este periódico ha tratado de contactar en diversas ocasiones con la empresa, pero desde 426 Miles no han respondido ni al teléfono ni a los emails que OKDIARIO ha enviado a la sociedad.
426 Miles
La marca se denomina 426 Miles -426 millas-, porque es el equivalente a 687 kilómetros, que es, según National Geographic, la distancia máxima de la que hay constancia que tuvo que nadar una osa polar en el año 2011 para regresar a tierra debido al deshielo acelerado por el cambio climático.
426 Miles SL, está controlada en un 40% por los Boix Bosch y otro 40% por Gerard Piqué; Carles Puyol tiene un 10%, Vergés un 5% y Jordi Dilmé, que está al frente de la gestión, otro 5%.
La bebida isotónica natural, en dos versiones -dulce y ácida- está compuesta por más de un 50% de zumo de frutas, agua mineral natural y un 10% de agua de mar purificada. “El secreto está en la elaboración, un sistema respetuoso con la estructura de las frutas y que cumple los requisitos que marca la medicina del deporte para las bebidas isotónicas (aportación energética, hidratación y reaprovisionamiento de sales minerales)”, señala la empresa.
Más ‘trampas’ empresariales de Piqué
No es la primera vez que el central del Barcelona hace trampas con sus empresas, toda vez que Kerad 3 Invest, la Sicav que tenía Piqué asentada en Madrid, nació en 2013 con sólo cuatro accionistas, frente a los cien que exige la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para abrir un instrumento financiero de este tipo. Desde la CNMV señalan que toda Sicav con menos de cien accionistas tienen justo un año de plazo para poder regularizar su situación. De lo contrario, no queda otra que cerrarla.
Son muchos los requisitos que el regulador impone a todo aquel que quiera abrir una Sicav; pero hay dos de ellos que, además de ser conocidos por todo aquel que viva algo el mundo bursátil, son fundamentales: un capital social mínimo de 2,4 millones de euros y contar con cien partícipes o accionistas. Y Piqué incumplió uno.
El artículo 9, del capítulo II de la Ley 35/2003, de 4 de noviembre, de Instituciones de Inversión Colectiva, en vigor actualmente, deja muy clara la necesidad de sumar cien partícipes para poder sacar adelante un instrumento de este tipo. Además, no habría sido ni la primera ni la última Sicav que el regulador habría cerrado por este motivo, sin embargo, el central culé regularizó la situación a tiempo.
La sicav estaba presidida por el padre de Gerard, Joan Piqué, y contaba, a fecha del cierre, con 114 accionistas, de los que 113 eran auténticos mariachis, pues el central del Barcelona controlaba el 99,9% del capital. En este sentido, el patrimonio a 31 de diciembre de 2017 era de 13,9 millones de euros, pero a cierre del año pasado era de 10,9 millones, es decir, tres millones de euros menos que un año antes. La solución escogida por Piqué: cerrar.