El director creativo de Louis Vuitton sale de la firma y se disparan los rumores de su fichaje por Burberry
Kim Jones, director artístico masculino en Louis Vuitton, ha dejado su puesto en el holding de lujo galo tras siete años en el puesto. El diseñador mostrará la última colección de la maison y, según Business of Fashion, se especula con la posible llegada de Jones a Burberry para sustituir a Christopher Bailey que sale de la firma en marzo.
“Ha sido un privilegio trabajar con Kim, su habilidad para establecer tendencias es impecable y nos ha posicionado como una marca líder de ropa de hombre en la actualidad”, así lo ha despedido el presidente de Louis Vuitton, Michael Burke.
La historia de Jones es curiosa. Cuando en 2002 termina sus estudios en Sant Martins, la escuela de diseño más prestigiosa del mundo, el diseñador John Galliano le compra toda la colección. Más tarde lanzó su propia marca, sin embargo, en 2008 decidió dar carpetazo al proyecto para unirse a la británica Alfred Dunhill como director creativo.
Será en 2011 cuando se une al equipo de Louis Vuitton para diseñar la colección masculina y se hizo cargo de una de las secciones de más rápido crecimiento de la casa. Durante la época Jones, la división de hombre en LV se hizo famosa gracias a su característica de lujo inspirado en el Streetwear. Un hecho que impulsó las ventas globales de productos personales de lujo un 5% este 2017.
El medio especializado señala, además, que Jones ha sonado en las quinielas para irse a la dirección creativa de Burberry, aunque también sonó como novedad e incorporación en el equipo de Versace a principios de 2017.
Bien es cierto que para la marca británica de moda también sonó Phoebe Philo, aunque nada se ha cerrado con respecto a este fichaje. No olvidemos, además, que Christopher Bailey abandonará la presidencia (y la dirección creativa) de la compañía este mismo mes de marzo tras casi 20 años en el cargo. Se queda al mando Marco Gobbetti y ha trazado un nuevo plan estratégico para elevar las ventas y, por ende, las ganancias.
La compañía textil inglesa cerró el año 2016 con un beneficio de casi 334 millones de euro, un 7,3% menos que un año antes, y con una facturación de 3.200 millones de euros.