Cuerpo pide mantener a Sabadell en Bolsa y advierte de que no habrá fusión si BBVA interviene su gestión


El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha pedido que el Banco Sabadell siga cotizando en Bolsa en caso de que tenga éxito la OPA del BBVA. Asimismo, ha aclarado que la exigencia de que la entidad catalana mantenga una gestión independiente es una condición necesaria para que pueda fusionarse dentro de tres años; es decir, si interviene en la gestión del Sabadell, tampoco habrá fusión entonces.
«Buscamos la maximización del valor de las dos entidades por separado, y somos conscientes de la buena evolución de Sabadell en Bolsa y de que no ha alcanzado su valor según algunos analistas. No vemos a ningún elemento asociado a esa maximización de valor que conduzca a la salida de Bolsa del Sabadell», ha explicado Cuerpo.
El ministro ha hecho estas declaraciones en un curso de verano de la UIMP y la Asociación de Periodistas de Información Económica en Santander, donde ha intervenido para detallar el alcance de la condición impuesta por el Gobierno a la OPA del BBVA sobre el Sabadell este martes.
Esta condición consiste en que ambas entidades deberán mantener una gestión independiente durante al menos tres años, lo que se traduce en el mantenimiento del crédito a las empresas -especialmente a las pymes- y la prohibición de hacer un ERE para recortar plantilla.
Cuerpo ha aclarado que no se trata de una prohibición de fusionar los dos bancos que pueda ser sancionada en caso de incumplimiento, sino de que, si no se mantiene esa gestión diferenciada, esa fusión no podrá acometerse tampoco dentro de dos años. En ese caso, la situación se prorrogaría dos años más.
Y ni siquiera está claro que puedan fusionarse entonces, ya que se «analizará en su momento». «Para que se considere cumplida esta condición, pedimos dos documentos: uno que mira hacia atrás, un informe de situación, en el que ambas entidades valoren esa gestión; y otro hacia delante, un plan estructural que tiene que incorporar cómo su estrategia corporativa afectará a los intereses generales», ha explicado.
No obstante, el cumplimiento de estas condiciones no está sujeto a criterios cuantitativos, sino que es interpretable. Así, Sabadell podrá recortar plantilla si entra en sus planes de negocio, pero no por razón de la operación de compra por BBVA, según Cuerpo. Otro ejemplo es que debe mantener su modelo de negocio basado en crédito a pymes y empresas más grandes, pero sin fijar niveles específicos.
Por otro lado, el ministro ha dejado claro que estas condiciones obligan a un eventual nuevo Gobierno del PP que llegue a Moncloa durante esos tres años, pero será éste el encargado de evaluar si se han cumplido y si, por tanto, se puede autorizar la fusión de ambas entidades.
En ese sentido, ha rechazado que la decisión del Ejecutivo contradiga las normas de Bruselas, ya que la ley que ha aplicado es de 2007 y está «plenamente en consonancia con la legislación europea». Y ha insistido en que se trata de una operación «puramente doméstica que no se contradice con el objetivo de alcanzar la Unión Bancaria».
Por último, un beneficio de esta situación para el BBVA será que no verá incrementado su impuesto a la banca al no haber fusión. El nuevo impuesto es progresivo, es decir, los bancos pagan más cuanto mayor es su tamaño. Si integrara al Sabadell, el BBVA vería incrementado notablemente este tributo, cosa que no ocurrirá en la situación impuesta por el Gobierno.