Continuidad de Cuerva o cambio total: la hoja de ruta de Ángela de Miguel al frente de Cepyme

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Jose de la Morena
  • Jose de la Morena
  • Jose de la Morena, periodista especializado en economía desde hace más de 15 años, desarrolla su labor en el campo de la comunicación desde el prisma de las tendencias, los números y resultados de las distintas compañías. Una tarea que le ha llevado a conocer a fondo el mundo empresarial. Ha trabajado también en comunicación corporativa y como asesor para distintas marcas internacionales e institucionales.

Ángela de Miguel ha sido elegida este martes nueva presidenta de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), al imponerse en unas reñidas elecciones a Gerardo Cuerva, que ocupaba el cargo desde 2019. La votación abre una nueva etapa en la que la influencia del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, sale claramente reforzada.

Con un total de 246 votos frente a los 216 obtenidos por Cuerva, De Miguel se convierte en la primera mujer en liderar Cepyme desde su fundación. La participación fue masiva: de los 550 vocales con derecho a voto, 505 depositaron su papeleta, lo que supone más del 90% de asistencia. La elección tuvo lugar en un ambiente de fuerte división interna, en el que ambos candidatos acusaron presiones y cuestionaron aspectos del proceso.

De Miguel llega a la presidencia con el respaldo de las principales organizaciones patronales alineadas con Garamendi, como CEIM (Madrid), Foment del Treball (Cataluña), CEV (Comunidad Valenciana) o ATA (autónomos). Su candidatura fue interpretada por muchos sectores como una apuesta por reconducir la sintonía entre la CEOE y Cepyme, profundamente deteriorada durante la etapa de Cuerva, dada la relación con Antonio Garamendi. De hecho, muchos entendían estas elecciones como el preámbulo por liderar la CEOE en 2026.

Garamendi recupera el control de Cepyme

La relación entre Cuerva y Garamendi se había deteriorado especialmente en los últimos dos años. El ya expresidente de Cepyme había ido desmarcándose de las posiciones pactadas por CEOE en el diálogo social, especialmente en materias como la reforma laboral, el SMI o los pactos con el Gobierno. En paralelo, Cuerva denunció públicamente presiones para que no se presentara a la reelección, señalando tanto al presidente de la CEOE como al Ejecutivo.

«He recibido no presiones del Gobierno, sino múltiples presiones. Las primeras del propio presidente de la CEOE», declaró en uno de sus últimos actos públicos antes de la votación, en un desayuno de Nueva Economía Fórum. Su campaña se centró en reivindicar la independencia de Cepyme frente a la «tutela» de CEOE, algo que no logró consolidar entre las organizaciones territoriales y sectoriales.

Por el contrario, Ángela de Miguel ha prometido «unidad, utilidad y visibilidad» para las pymes, y ha llamado a cerrar filas: «Es el momento del cambio y las urnas han hablado. Queremos una Cepyme más fuerte, más útil y unida», proclamó al conocerse el resultado.

Abogada de profesión y presidenta de CEOE Valladolid, De Miguel ha formado una nueva dirección con 30 miembros, entre los que figuran representantes de sectores clave como la alimentación, educación privada o comercio de electrodomésticos, y con un fuerte peso de las grandes territoriales. La candidatura derrotada ha acusado una «clara intervención de la CEOE» en el proceso, aunque ha aceptado el resultado sin impugnar formalmente.

¿Visibilidad real para las pymes?

El principal desafío que enfrenta ahora Ángela de Miguel es recomponer los puentes rotos entre los distintos bloques que han dividido a Cepyme durante la campaña. Además, deberá afianzar el papel de las pymes en el diálogo social, en un contexto económico incierto y con un Gobierno que ha impulsado numerosas reformas que han afectado a los márgenes y condiciones de los pequeños negocios.

La nueva presidenta ha subrayado que su prioridad será «devolver a las pymes el protagonismo que merecen», y ha adelantado que convocará en los próximos días a las organizaciones para definir una hoja de ruta «con consensos reales». Entre sus objetivos figuran la mejora de la financiación para pequeños empresarios, la digitalización de procesos y una mayor presencia en las decisiones que afectan al tejido productivo.

La elección de De Miguel pone fin a una de las etapas más convulsas en la historia reciente de la patronal, y marca un antes y un después en la correlación de fuerzas dentro del mundo empresarial español. En la práctica, la CEOE recupera la interlocución directa con la patronal de las pymes, y Garamendi consolida su poder interno justo cuando más se cuestionaba su liderazgo desde sectores críticos

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