Confirmado por la OCU: éste es el motivo del cambio radical en las pensiones en España

La subida de las pensiones en España ha estado en el centro del debate político y social en los últimos años, especialmente con la presión de la inflación y el aumento del coste de la vida. A la espera de conocer la revalorización de las pensiones en 2025, cabe destacar que este cambio está motivado por varios factores, entre los que destaca la evolución del Índice de Precios de Consumo (IPC), que mide la variación de los precios de bienes y servicios en el mercado.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señala que los precios han experimentado un incremento significativo desde 2021, de hasta un 38% en determinados productos, lo que ha reducido el poder adquisitivo de muchas personas, especialmente de quienes cobran la pensión mínima. Con el aumento de los costes en la cesta de la compra, es fundamental asegurar que las pensiones se ajusten para ayudar a las personas mayores a cubrir sus necesidades básicas. En este contexto, la subida esperada en 2025 representa una medida importante para paliar los efectos de la inflación y garantizar que los pensionistas puedan disfrutar de un nivel de vida digno

Subida de las pensiones en 2025

A partir de 2025, se implementarán algunos cambios relevantes, como la introducción de un complemento por brecha de género que aumentará las pensiones en un 10%, además de la revalorización anual vinculada al IPC. Para poder acceder al 100% de la pensión, los trabajadores deberán haber cotizado 38 años y tres meses si desean jubilarse a los 65 años o cumplir 66 años y ocho meses.

El cálculo del incremento de las pensiones para el próximo año dependerá del IPC que el Instituto Nacional de Estadística (INE) anuncie el 28 de noviembre. Sin embargo, este dato no será definitivo en esa fecha. La información crucial para los pensionistas sobre sus pagos a partir de enero se revelará el 13 de diciembre, cuando se confirme el IPC final.

A partir del 1 de enero de 2025, la pensión máxima se ajustará anualmente al IPC, añadiendo un 0,115% adicional cada año. Este incremento se proyecta hasta 2050, y entre 2051 y 2065 se llevarán a cabo aumentos adicionales, logrando un incremento total del 20% en la pensión máxima. Actualmente, esta cantidad asciende a 3.175,04 euros mensuales, repartidos en 14 pagas, lo que equivale a 44.450,56 euros al año.

En términos generales, se prevé que las pensiones aumenten notablemente, especialmente para las mujeres, que verán un incremento del 10% además de la revalorización basada en el IPC. Las pensiones contributivas, que abarcan jubilación, incapacidad permanente y viudedad, se ajustarán cada año en función del IPC, y se estima que el incremento para 2025 podría ser del 3,06%.

Las pensiones mínimas también se ajustarán para garantizar que se alcance el 100% del umbral de pobreza para 2027. Esto implica establecer una pensión mínima anual de 11.552,80 euros para jubilados de 65 años o más sin cónyuge y 14.466,20 euros para aquellos con cónyuge a cargo. Además, las pensiones no contributivas, que incluyen jubilación e invalidez, se orientarán hacia alcanzar el 75% del umbral de pobreza, estableciendo una cuantía de 7.250,60 euros anuales.

Sostenibilidad del sistema

La sostenibilidad del sistema de pensiones ha mejorado, aunque sigue siendo un desafío, según el Mercer CFA Institute Global Pension Index (MCGPI). En su última edición, España ocupa el puesto 26 de 48 sistemas analizados. El índice ha aumentado de 61,6 en 2023 a 63,3 en 2024, principalmente gracias al incremento de la pensión base. Este avance resalta la importancia de seguir fortaleciendo el sistema para garantizar su viabilidad a largo plazo.

‘Cuota de solidaridad’

El Gobierno español ha introducido una nueva «cuota de solidaridad» en la última reforma de pensiones, destinada a los trabajadores con los salarios más altos. Esta cuota busca aumentar los ingresos del sistema de pensiones mediante una contribución adicional a partir de 2025, afectando a aquellos que superen la base máxima de cotización, actualmente fijada en 56.600 euros anuales. Esta iniciativa pretende cerrar la brecha con otros países europeos, ya que en España la base máxima de cotización es notablemente más baja.

La cuota se aplicará de forma escalonada, comenzando con un 0,92% para los salarios que superen la base máxima, hasta un 1,17% para quienes estén por encima del 50% adicional de esta base. A medida que avancen los años, estos porcentajes aumentarán progresivamente, alcanzando un 5,5% para el primer tramo y hasta un 7% para los salarios más altos en 2045. La distribución del pago entre trabajador y empresario se mantendrá en proporciones similares a las actuales.

Este cambio afectará a más de un millón de trabajadores, quienes verán un ajuste en sus nóminas. Por ejemplo, un salario de 60.000 euros anuales abonará aproximadamente 9,5 euros mensuales, mientras que aquellos con salarios de 100.000 euros pagarán unos 480 euros anuales adicionales.

La «cuota de solidaridad» se aplicará a los trabajadores con salarios más que cotizan en Régimen General de la Seguridad Social. A diferencia de estos trabajadores, los autónomos no estarán sujetos a esta cuota ni al Mecanismo de Equidad Intergeneracional, aunque su sistema de cotización también se ajustará cada tres años según sus ingresos reales.