Grave situación en el campo español

COAG lanza un SOS: «La mayor parte de las explotaciones agrarias están en riesgo» por el alza de precios

coag explotaciones agrarias
Explotación porcina.

«La actividad agraria en la mayor parte de las explotaciones en España está en riesgo». Ese es el SOS que lanza Miguel Padilla, secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), con el que pretende visibilizar la grave situación que atraviesa el campo español por el repunte de los precios de las materias primas de los últimos meses y que se ha acentuado con el estallido de la guerra en Ucrania.

Sus declaraciones a este diario sirven de recordatorio casi desesperado de un calamitoso panorama que se viene observando durante la pandemia y que empezó a empeorar en el último semestre de 2021 con la «espectacular subida» de los costes de producción, que se han vuelto «inasumibles», asegura. Su llamada de auxilio coincide con la gran manifestación convocada para este 20 de marzo por las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA, junto a la Real Federación Española de Caza (RFEC), la Real Federación de Asociaciones de Ganado Selecto (Rfeagas), la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL), y la Alianza Rural para defender el medio rural y alertar de la delicada tesitura por la que pasan los agricultores y los ganaderos españoles. Están en juego 725.000 empleos fijos, de los que 265.000 son autónomos.

Padilla denuncia que «se han ido acumulando una serie de problemas graves» en los dos últimos años que han cobrado una dimensión aún mayor con esta espiral alcista, «algo inédito en el historial agrario», como consecuencia del aumento del precio de los combustibles, los plásticos o los fertilizantes, que ha derivado en una situación «inaguantable» para muchos propietarios de explotaciones.

Muchas de ellas han dejado de ser rentables en el actual contexto de alta volatilidad en los precios de las materias primas. La agricultura y la ganadería necesitan energía y combustible como el gasóleo, que ha registrado una escalada desorbitada en las últimas semanas, mientras que los precios de los fertilizantes y del plástico han subido más del 100% en ambos casos, señala Padilla.

Elevada dependencia de la ganadería del grano de Ucrania

Pero, además, la guerra de Ucrania, el granero de Europa, ha disparado el precio de los cereales que se usan en la alimentación del sector ganadero, los piensos, poniendo en serio peligro la viabilidad de granjas en todo el territorio español, dado que el fuerte incremento de los costes no se repercute en los precios de los productos, explica.

Esto es especialmente dañino para el sector, que ya arrastraba un elevado déficit en términos de materias primas de ganadería, comenzando por la proteína de la soja, de la que más del 95% procede del extranjero. Sin embargo, en otras materias primas como el maíz o el trigo, España tiene una dependencia relevante de Ucrania, así como de Rusia en lo que respecta a los fertilizantes.

«Más del 30% de estas materias primas venían de Ucrania. El problema a corto plazo es el que es, pero es que ya no se va a sembrar allí, así que cuando llegue la época de la cosecha no habrá nada», lamenta sombrío Padilla.

Aunque admite que existen alternativas desde países como Argentina, Brasil o Estados Unidos para el aprovisionamiento de grano en sustitución del ucraniano, no descarta que haya desabastecimiento de alimentación ganadera, lo que, a su vez, redundaría en una falta de suministro alimentario para la población.

Padilla subraya que el sector que está más en peligro es el porcino porque es el que requiere más cantidad de pienso a nivel nacional. «Sería el que más afectado, sin duda», advierte. Las comunidades autónomas que más lo acusarían son Cataluña, Aragón, Castilla y León y Murcia porque es donde hay una concentración mayor de explotaciones de cerdos. En total, el porcino genera 154.000 empleos directos y 172.000 indirectos.

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