El chicharro Urbas borra las subidas del verano y ya cae a doble dígito en el año
Urbas vuelve a mostrar que la alegría en un chicharro (un valor de alto riesgo por extrema volatilidad y que coge su nombre del considerado pescado barato por su baja calidad) dura muy poco. Las acciones del grupo constructor se dispararon un 50% en agosto gracias al anuncio de contratos y operaciones corporativas. La subida supuso borrar de un plumazo las pérdidas anuales, pero poco más de un mes le ha durado la alegría al presidente de la compañía, Juan Antonio Acedo Fernández.
Los títulos han vuelto a las pérdidas y se dejan sobre el 10% desde enero, según datos de mercado al cierre de esta edición. Los títulos de Urbas cotizan sobre los 0,012 euros y anclados en la misma zona de cotización desde septiembre de 2020. Las acciones tocaron suelo en 0,0063 dólares en dicho momento para dispararse hasta los 0,198 euros en un mes, su mejor registro en años al calor del fuerte rebote del mercado de valores en general desde los mínimos del coronavirus. Pero desde entonces dibuja una sucesión de mínimos decrecientes, señalan los expertos.
El último desencadenante de las caídas ha sido la presentación de los resultados del primer semestre del año. Urbas cerró el periodo de enero a junio con una caída del beneficio del 46%, hasta 16,01 millones de euros, respecto al mismo semestre del año pasado. Los inversores sabían lo que venía y por ellos salieron del valor antes de conocer las cifras y los títulos perdieron el 3,42% en la sesión previa.
Los inversores no acompañan con su operativa a los ambiciosos objetivos de Acedo. Urbas cuenta con una facturación de 161 millones de euros y un beneficio bruto de explotación (ebitda) de 26 millones de euros. Las cifras son mejores que las de un año atrás, pero pretende cerrar este mismo año con unas ventas de 400 millones y pasar a 800 millones el año que viene hasta llegar a 1.000 millones en 2025. La cifra de negocio crecería en 55 veces en un lustro.
La compañía sigue reduciendo deuda, en 165 millones a cierre de junio, pero desde la empresa se reconoce que el pasivo sigue siendo un problema y continúan analizando distintas opciones para lograr nuevos modelos y productos de financiación tanto en España como en el extranjero. Es decir, tiene que continuar refinanciando y restructurando la deuda financiera incorporada al balance por las últimas operaciones corporativas. La emisión de instrumentos de renta fija, tanto a corto como a medio plazo, a través de pagarés, como a largo plazo, usando bonos, están sobre la mesa.
La junta de accionistas de Urbas aprobó en julio una ampliación de capital de 34,3 millones de euros para aliviar la dura situación de la deuda y la relación con los acreedores de la empresa.
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